Laca de uñas y proteínas para localizar los nidos de velutina

maría santalla REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

ANGEL MANSO

Una investigadora gallega desarrolla un sistema para calcular dónde están las colonias y eliminarlas

23 mar 2019 . Actualizado a las 14:06 h.

Una investigación de la Universidad de Vigo y financiada por la Diputación de Pontevedra está tomando la forma de un manual que espera llegar en poco tiempo a los apicultores y personas interesadas en la velutina. En esta publicación se explica un método asequible, eficaz y relativamente fácil de localizar los nidos de ese insecto para poder eliminarlos. La responsable de ese estudio es la investigadora Sandra Rojas, quien explica que «uno de los métodos más efectivos para reducir la población y el impacto de la velutina es destruir los nidos». El problema, argumenta, es que estos suelen ser detectados muy tarde, cuando los árboles pierden sus hojas en otoño. «En ese momento localizarlos no sirve de mucho, porque muchas veces las reinas ya abandonaron el nido para hibernar». El objetivo que se marcaba la investigación era, por tanto, conseguir localizar los nidos cuando la población de insectos todavía está aumentando.

El estudio tomó como base el conocido como método chino, que consiste en el seguimiento activo de la avispa, caminando, hasta el nido. Un sistema que «tiene muchas limitaciones», tal como explica Sandra Rojas: «Las avispas se paran, intentan quitarse los hilos que se les ponen para identificarlas, y además es complicado porque hay que ir mirando hacia arriba y caminar deprisa para seguirlas».

El objetivo de Rojas era mejorar ese sistema. «En verano lo que hicimos fue poner cebaderos de proteína, pollo y pescado. Las avispas cortan un trozo de esa carne y se la llevan directamente al nido, así que comenzamos a marcarlas con colores, con pintaúñas o con pinturas convencionales para abejas». Entonces «lo que hacemos es colocarnos en el cebadero y anotar el momento de la salida y la dirección, y así obtenemos las rutas de alimentación de todos los individuos que están yendo al cebadero. Con esas rutas y en función del tiempo que tardan, puedo establecer áreas donde probablemente están los nidos».

El método ensayado por la investigadora no solo permite calcular la dirección en la que se encuentran los nidos, sino también la distancia a la que están. «A través de este sistema pueden localizarse el 80 % de los nidos. Para el otro 20 %, los de más difícil detección, lo indicado es el método chino», explica Rojas. «Es un sistema bastante práctico, que puede hacer cualquiera con una brújula. Yo recomiendo que lo hagan entre dos apicultores», dice. ¿Cuándo? «Lo ideal es en primavera y comienzos de verano, porque la mayor demanda proteica de la velutina es cuando la población está aumentando».

Científicos del Institut National de la Recherche Agronomique francés y de la universidad inglesa de Exeter han desarrollado una técnica de detección de nidos, pero de una mayor complejidad que la que ensaya Sandra Rojas. Se trata de equipar a los insectos con un dispositivo de localización que se coloca en su abdomen, de tal manera que cuando la avispa regresa al nido, los investigadores pueden averiguar su situación a través de las señales que emite el localizador. El método, dice Sandra Rojas, es eficaz pero costoso -cada localizador cuesta en torno a 200 euros-. Además, el artilugio tiene un alcance de 800 metros y el rango de vuelo de la velutina puede llegar a ser de cinco kilómetros.

A lo largo de este año, Sandra Rojas espera poder trabajar con ese equipo de investigadores europeos para intercambiar conocimiento y experiencias que les permitan avanzar en el objetivo común de frenar la expansión de la velutina en Europa.