Ciudadanos ensancha el campo del centroderecha

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Juan Carlos Hidalgo | efe

Los de Rivera avanzan con la pata coja en las ciudades nutriéndose del desgaste de las fuerzas tradicionales

20 may 2018 . Actualizado a las 13:23 h.

Llega Ciudadanos, ahora sí. La naranja mecánica de Albert Rivera se pone en marcha y triplica su representación, al pasar de los testimoniales 4 concejales que obtuvo en las ciudades gallegas en el 2015 a un total de 12, lo que contribuye a ensanchar el campo de juego del centroderecha. Es una de las claves que deja entrever la encuesta de Sondaxe, en la que el PP y el PSOE ceden posiciones, algo a lo que no escapan los integrantes del espacio En Marea.

¿Cuál es la formación política ganadora en las ciudades?

El escenario aparece más fragmentado que nunca, con Abel Caballero levantando el banderín de la única mayoría absoluta, que se la anota el PSOE. Pero vuelve a ser el PP la fuerza más votada en las ciudades, aunque acusando un apreciable desgaste, sobre en Pontevedra y Vigo, donde sus opciones de gobernar son remotas o sencillamente nulas. Los populares obtienen 58 concejales en las ciudades, cinco menos que hace tres años, pero todavía once por encima de su más inmediato competidor, los socialistas, que también pierden dos en relación al 2015. Este resultado le permite al PP aumentar sus opciones de gobernar: mantiene las de Ourense y añade Ferrol.

¿Jugará Ciudadanos un papel decisivo para conformar gobiernos?

El perfil de partido bisagra que se forjó Ciudadanos, a base de facilitar el gobierno del PSOE en Andalucía y del PP en Madrid, está muy mitigado en Galicia. El partido de Albert Rivera triplica su representación en las ciudades, pero este avance no lo convierte en una fuerza decisiva más allá de Ferrol, donde sus votos son determinantes para devolverle al PP la alcaldía que perdió hace tres años. La formación naranja llega a los 12 ediles, pero es todavía muy minoritaria. Solo en Lugo, con cuatro actas y el liderazgo de Olga Louzao, tiene opciones de superar a los socios de En Marea que pagan el peaje de su falta de unidad.

¿Pueden los socialistas capitalizar el desgaste de los populares?

Ocurrió durante décadas. El PSOE solía ser el principal beneficiado del retroceso electoral del PP, y viceversa. Pero eso se acabó en el 2015 con la irrupción de nuevas fuerzas políticas, como Ciudadanos y, sobre todo, el conglomerado de listas que forman parte de En Marea. Ahora el PP acusa un desgaste de marca en algunas ciudades, como por ejemplo ocurre en Lugo, pero nada impide que los socialistas experimenten en paralelo un proceso similar. Y eso solo se puede evitar con algunas dinámicas locales o liderazgos sólidos como el de Abel Caballero en Vigo, donde está probado que desgasta mucho más la labor de oposición que la de gobierno.

¿Pasará factura la crisis de En Marea a sus listas municipales?

A grandes rasgos no parece que vaya a tener un coste excesivo, pues la salud política de los gobiernos de Compostela Aberta o Marea Atlántica dependen más de sus propias dinámicas y de su capacidad de gestión que de la labor que pueda ejercer En Marea. No obstante, la encuesta refleja que las candidaturas rupturistas tocaron ya techo, en su debut del 2015, y no están en condiciones de crecer mucho más. Tanto es así que sus resultados son muy similares (suman un concejal menos en el conjunto de las ciudades) y hasta cierto punto desiguales, pues las mareas avanzan ligeramente donde no gobiernan, caso de Vigo y Ourense, pierden algo de terreno donde tuvieron problemas de gestión, como A Coruña y Santiago, donde ceden un acta de concejal, respectivamente, y en Ferrol, donde el retroceso no pierde ediles pero puede perder la alcaldía.

¿Tiene capacidad de recuperación el BNG?

A corto plazo, más que de recuperación cabe hablar de estabilización y consolidación del espacio nacionalista. La nueva etapa que se abrió en el BNG con la llegada de Ana Pontón a la portavocía nacional contribuyó a amortiguar un retroceso electoral que duraba ya tres lustros. En el cómputo global, el BNG pasa de los 19 a los 20 concejales en las ciudades, al recuperar su representación en Vigo, pero sigue fuera de la corporación en Ourense. En las demás plazas, reedita a grandes rasgos su nivel de apoyo, destacando por encima de todo la alcaldía de Pontevedra, que le reporta más de la mitad de los ediles que suma en Galicia.