Ganar autonomía en la Arcadia feliz

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira PONTECESO / LA VOZ

GALICIA

Ana García

«La edad no importa, importa la madurez» es el lema de las escuelas unitarias que enseñan «con la vida», como el CRA Nosa Señora do Faro

19 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Rosa María Barreiro lleva casi 30 años como directora del CRA Nosa Señora do Faro, una red de ocho escuelas unitarias entre Ponteceso y Malpica que son un referente en la educación a partir de la experiencia. Por sus aulas pasan niños desde los 3 hasta los 8 años, y la clase es común para todos. En cada escuela son pocos, y así Rosa Barreiro tiene ocho estudiantes. La primera cuestión es cómo se da la misma materia para un grupo tan heterogéneo, y la respuesta es reveladora: «La edad no importa, importa la madurez», explica. Y añade: «Yo siempre explico por arriba», y enumera decenas de anécdotas de niños y niñas de cortísima edad que participan de forma activa con los mayores.

El CRA Nosa Señora do Faro esta formado por ocho escuelas: Mens y Barizo, en Malpica; y Campara, Pazos, Xornes, Tallo, Tella y Brantuas.
El CRA Nosa Señora do Faro esta formado por ocho escuelas: Mens y Barizo, en Malpica; y Campara, Pazos, Xornes, Tallo, Tella y Brantuas. Ana Garcia

Cree Barreiro que este tipo de centros son mejores para los niños porque «son como una familia», y eso es fundamental: «Con afecto empieza la motivación». Afecto y la experiencia. «Por ejemplo, estudiamos los estados del agua y lo que hacemos es meter un vaso de agua en el congelador; al día siguiente descubrimos el estado sólido y mientras se calienta en el microondas, el líquido y el gaseoso». Lo mismo ocurre con las plantas -«Vemos un hierbajo, con sus raíces húmedas, las hojas verdes... y les explico las partes de la planta o la fotosíntesis»- o con los animales. Cada trimestre los alumnos hacen una excursión, a la que van los padres que quieran; este año estuvieron en el Muncyt (Museo Nacional de Ciencia y Tecnología) de A Coruña y el castillo de San Antón (museo arqueológico de Galicia y antigua prisión), y ahora irán a ver la nieve. «Creo que es mucho mejor ver la nieve -no duda Barreiro- que estudiarla, ¿no?». El año pasado estuvieron en la lonja de A Coruña y les enseñaron una merluza gigantesca.

Hay niños de 3 a 8 años en la misma aula, pero conviven con absoluta naturalidad
Hay niños de 3 a 8 años en la misma aula, pero conviven con absoluta naturalidad Ana Garcia

Todo esto no quiere decir que los niños paseen y pinten sin objetivo. Barreiro tiene claro que es fundamental el control sistemático: «Hay coordinadores de etapa que diseñan el programa de aprendizaje para todas las escuelas, y cada una [cada tutor] debe cubrir un informe para saber si cumple la programación». Todo eso se cuelga en la nube, además de otros muchos documentos, y los padres pueden comprobar qué hacen sus hijos cada semana.

El contenido que aprenden es basico, pero llega a todos los ámbitos
El contenido que aprenden es basico, pero llega a todos los ámbitos Ana Garcia

En la clase de Barreiro el trabajo es entre todos: «Uno quita la hoja del calendario, otro enciende el ordenador, friegan, calientan la leche en el microondas...». Labores sencillas que les dan autonomía y confianza. ¿Autonomía hoy por hoy? Barreiro reconoce que los niños están sobreprotegidos, pero también que los padres deben ser escuchados: «Yo soy muy empática con los padres y lo que necesitan. Así, cuando yo les pido algo, sé que confiarán en mí». El nivel de autonomía es tal que ha cambiado la forma de aprender: «Al principio yo hacía el material de estudios, sin libros [solo en segundo hay textos, para prepararlos para el colegio] pero ahora me doy cuenta de que es mejor que lo hagamos entre todos. Aunque no quede tan bonito, ellos aprenden más y están más motivados».