El histórico Centro Gallego de Buenos Aires se venderá por 60 millones

Paula sabajanes BUENOS AIRES / CORRESPONSAL

GALICIA

La entidad fue impulsada por la emigración gallega en Argentina en 1907

20 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«El lunes desapareció el Centro Gallego de Buenos Aires. La mutual a la que me asocié hace 40 años murió», asegura con amargura Ramón Suárez, emigrante de O Baixo Miño que vive en Argentina desde niño. Con un país parado por una huelga general y en una ciudad sitiada, las agrupaciones de representantes del Centro Gallego de Buenos Aires dieron el visto bueno, en una inusual y pacífica asamblea, a la propuesta de compra presentada por el grupo español Ribera Salud y la Fundación Favaloro de Argentina.

Las agrupaciones de mutualistas consiguieron imponer sus condiciones de integrarse en la comisión negociadora y pidieron que se preserven los puestos de trabajo con las condiciones y la antigüedad correspondiente, que se mantengan para los socios los servicios de salud con sus beneficios y que se retenga la propiedad y el control del rico patrimonio histórico y artístico de la entidad impulsada en 1907 por la emigración gallega y cuyo valor es innegable. Muchos de los 5.000 socios actuales, unos 700 gallegos, son personas mayores afectadas por graves dolencias que no encontrarían cobertura sanitaria en otras prestadoras ni abonando hasta cuatro veces la cuota que ahora mismo pagan.

Esta posibilidad abre vías de esperanza en una situación que califican como extrema. «Como socio, lo más conveniente es negociar el futuro de una atención médica», destaca Ramón Suárez, que, aunque reconoce el valor único del acervo gallego, puntualiza que «no se asoció para ver cuadros ni para ir a la biblioteca», sino para usar el hospital.

Los socios fueron convocados a manifestarse hace unos días mediante una consulta no vinculante sobre la oferta que se analizaría en la asamblea. De los 5.412 inscritos habilitados para votar, una aplastante mayoría de 2.151 se decantó por el sí al proyecto de venta, contra los 56 del no. Entre los trabajadores también arrasó el sí a la propuesta de compra, con 671 papeletas a favor frente a las 13 del no.

Martín Moyano Barro, interventor judicial desde hace un año, informó eufórico tras la asamblea de que se había logrado «aprobar la venta del inmueble y el armado de una comisión para el inicio de las negociaciones» con Favaloro y Ribera Salud. Entre aplausos de los que esperaban en las puertas del mítico Teatro Castelao, de la institución, avanzó que tienen por delante ahora «30 o 60 días» para negociar con el grupo comprador y con los sindicatos para llegar a un acuerdo para el pago de las deudas en el que habrá representación de todas las partes.

La cifra final dependerá de las condiciones, pero se moverán entre los 42 millones de euros por el hospital y la cesión de las prestaciones médicas. La inversión para adaptar las instalaciones rondarían los 60 millones de euros.

La colectividad en el país austral, que sigue al minuto las negociaciones, respiró aliviada ante el nuevo horizonte. «Valoramos muy positivamente que los socios hayan conseguido un consenso para definir el proyecto de continuidad. Defenderemos con uñas y dientes a la entidad madre de todos nosotros», remarcó el presidente del Centro Galicia, José María Vila Alén.

Feijoo sostiene que Galicia «cumpriu» con una entidad que custodia un valioso patrimonio de Galicia

Juan capeáns

Mientras los socios del Centro Gallego se lanzan a abrazar la llegada de nuevos inversores, Galicia se debate entre los portes económicos que ha supuesto esta institución para las arcas de la Xunta en el pasado, el futuro asistencial de los menos de mil mutualistas gallegos que perviven en la actualidad y el incuestionable coste sentimental e histórico. El presidente Feijoo trató ayer de dar respuesta a estas cuestiones al defender que Galicia «cumpriu» al prestar su colaboración económica entre el 2003 y el 2011, momento en el que los socios decidieron continuar con la gestión en solitario. La factura por sostener la institución aquellos años fue «de máis de 11 millóns», admitió Feijoo. El jefe del Ejecutivo también restó «relevancia» a la cuestión asistencial al entender que la «gran maioría» de los gallegos tienen garantizada la atención sanitaria a través de Ospaña, la mutua de la emigración española, en cuyo patronato está integrada la Xunta.

Las obras de arte

Otro asunto distinto y mucho más subjetivo es el valor patrimonial, que se mostró partidario de «preservar». Ahora bien, cualquier idea de recuperar las obras propiedad de la sociedad bonaerense es complicada, porque la intención de los mutualistas es mantener la actividad cultural y porque la legislación argentina «é moi restritiva». El BNG anunció una batería de iniciativas parlamentarias para que la Xunta traiga a Galicia este tesoro artístico.

Entre ese legado artístico que está en manos del Centro Gallego de Buenos Aires hay más de 130 pinturas, 52 estatuas y esculturas, tallas de madera, joyas y una biblioteca con más de 20.000 volúmenes dedicados en gran parte a Galicia. Fotos, vídeos, cartas y archivos conforman el inigualable patrimonio cultural que la institución reunió a lo largo de un siglo de historia. Entre las obras que están inventariadas se encuentran firmas mayúsculas, como las de Luis Seoane, Castelao, Laxeiro, Fernando Álvarez de Sotomayor, Manuel Colmeiro, Carlos Maside, el pintor uruguayo Juan Manuel Blanes, con una obra de gran tamaño con un valor de mercado superior a los 300.000 dólares, o el reconocido artista argentino Benito Quinquela Martín.

Por su parte, el grupo valenciano Ribera Salud ha advertido que la operación de venta no está cerrada y que no hay «ninguna decisión tomada». Los inversores, que quieren entrar en el Centro Gallego de la mano de la fundación argentina Favaloro, dicen «estar a la espera» de lo que decidan los mutualistas para continuar con las conversaciones «o bien para darlas por finalizadas». Para Ribera Salud, esta inversión encierra una «gran complejidad» por la situación jurídica y financiera de la entidad.