Interior está preparado para tomar el control de comisarías de los Mossos

M. S. P. MADRID / COLPISA

GALICIA

Juan Carlos Hidalgo | EFE

Está convencido que las sanciones expeditivas tendrán un poder disuasorio

24 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Ministerio del Interior no tienen la menor duda de que la toma del control de los más de 17.000 miembros de los Mossos d’Esquadra no va a ser fácil y que va a haber resistencia entre los sectores más radicales del cuerpo autonómico. No obstante, los escenarios que barajan los expertos del departamento que dirige Juan Ignacio Zoido no apuntan a una rebelión generalizada. Al menos, por el momento. Están convencidos de que las sanciones expeditivas que ya anuncia el texto del artículo 155 (entre las que caben la inmediata separación del cuerpo con la suspensión de empleo y sueldo por vía disciplinaria) tendrán un poder disuasorio, sobre todo entre las escalas inferiores (intermedia, ejecutiva y básica).

Todos los analistas de Interior creen que el mayor problema a partir del sábado serán los miembros de la escala superior, a la que pertenecen 15 comisarios y 43 intendentes. Los expertos de la seguridad del Estado señalan que son algunos de estos altos funcionarios los que mayor sintonía tienen con las tesis de la Generalitat y que son los que podrían arriesgarse a desobedecer las órdenes de Interior una vez se cese de manera fulminante al director general del cuerpo, Pere Soler (a quien la Guardia Civil señala como uno de los organizadores de las contravigilancias a los promotores del 1-O) y al mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, imputado por sedición en la Audiencia Nacional.

No solo antidisturbios

Entre los 6.000 funcionarios de la Guardia Civil y la Policía Nacional desplazados como refuerzo a Cataluña no solo hay antidisturbios. También hay centenares de funcionarios de la Policía Judicial, de los servicios de información y de asuntos internos, listos para agilizar cualquier trámite administrativo con pruebas contra los insurrectos.

La Secretaría de Estado de Seguridad, aunque en principio no tiene indicios de una rebelión generalizada, no descarta «escenarios más complicados», en particular que comisarías completas se nieguen a acatar órdenes. Por eso, Interior también han preparado «planes de contingencia» para hacerse cargo de comisarías concretas.