Primarias en casa de los Caballero

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN CARLOS GIL

Las alianzas tejidas en torno al alcalde de Vigo y su sobrino van a determinar el futuro liderazgo del PSOE gallego

01 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hubo un tiempo en que la familia Caballero remaba en la misma dirección. Cuando Abel Caballero era ministro a la vera de Felipe González, su sobrino Gonzalo tenía apenas 10 años y cuentan que en las fiestas grandes de Ponteareas, el Corpus, hacía pinitos como orador. En el local de uno de los negocios de su familia, se reunían las vecinas a confeccionar alfombras florales y el pequeño Gonzalo animaba la tertulia con las más mayores hablando de la Guerra Civil o del Mercado Común mientras repartía chocolate y rosquillas anisadas.

El sobrino se encaminó devotamente por los pasos del tío, como político y también como economista, disciplina de la que ambos son docentes, pero la sintonía se quebró a raíz de que Gonzalo Caballero ejerció de concejal en Vigo, entre el 2006 y el 2007, y se lanzó a competir por su parcela en la agrupación socialista más influyente de Galicia justo cuando su tío estrenaba el bastón de alcalde y Carmela Silva vigilaba que nadie les moviera los marcos en el partido.

Hace ya una década que los dos Caballero juegan en campos distintos dentro del siempre convulso partido del puño y la rosa. Su relación es solo familiar. Dicen incluso que buena. Pero políticamente son rivales y las alianzas tejidas en torno a uno y a otro van a determinar el próximo domingo el desenlace de las primarias del PSdeG

Suma de candidaturas

Gonzalo Caballero compite al frente de un facción con amplio anclaje en las bases y que puede sumar a su causa al grupo capitaneado por Leiceaga, si llegan a buen puerto las negociaciones que mantienen. En cambio, los afectos a Abel Caballero telefonearon a varios cargos para oficializar su adhesión al diputado Juan Díaz Villoslada, el preferido por Ferraz y el aparato del partido en Galicia, y que en caso de ganar facilitaría que el alcalde de Vigo resintonizara con Sánchez tras sus devaneos con Susana Díaz. Buena parte de las primarias se juegan por tanto en la casa grande de los Caballero. Asegurado está de antemano que un Caballero se impondrá y que el otro saldrá derrotado.

En la villa de Ponteareas, la cuna de la familia, viven esto con un enorme desgarro. Hasta el punto de que algunas de las señoras que vieron crecer al sobrino en aquellos talleres florales del Corpus están decididas a plantarse en la alcaldía de Vigo para acabar con tanta intriga, aunque quizás ya no quede tiempo suficiente para que lo logren.

El componente del apellido Caballero es uno de los ingredientes para las primarias que decidirán el futuro liderazgo del PSdeG, pero tampoco es el único. Otro factor viene determinado por el acusado deterioro sufrido por el PSdeG, especialmente desde que hace año y medio dimitió el último secretario general, Gómez Besteiro, que mantiene su influencia desde la trastienda y sigue acumulando damnificados por sus decisiones.

Todavía hay algunos elementos más a tener en cuenta para el desenlace, como el papel que jugarán los sectores críticos, agrupados hace unos meses en torno a Susana Díaz, que a la vista está que recolocarán sus apoyos entre los tres aspirantes a liderar el PSdeG. Eso sí, siempre y cuando lleguen tres candidatos a la cita con las urnas del día 8, algo cada vez más improbable, y que puede ser todavía más decisivo en el resultado que el gen Caballero.

Villoslada transmite a los militantes coruñeses su idea de unión para afrontar los próximos retos electorales

El candidato a la secretaría general del PSdeG Juan Díaz Villoslada viajó ayer a A Coruña para presentar su programa a los afiliados de esta agrupación. Les habló de una nueva política para hacer frente al PP, de la unión que debe imperar entre los socialistas gallegos y de lo mal que le parecería que los otros dos candidatos uniesen sus fuerzas. Para él, sería «un engano aos avais e á militancia en xeral».

MARCOS MÍGUEZ

Así inició Villoslada su intervención ante los afiliados coruñeses: «Veño a presentar un proxecto político novo para Galicia, que teña en conta as grandes políticas que fixemos no pasado, tanto en España como en Galicia, tendo en conta as inquedanzas actuais, o que nos obriga a actualizarnos e renovarnos. Temos que dar resposta ás necesidades da xente, dos novos e dos maiores».

El candidato se refirió también a la estrategia que debe guiar a su partido para apartar al PP del gobierno gallego. «Debemos ser capaces de presentar un proxecto forte e unido para mirar cara a cara a Feijoo, e levar adiante reformas que acaben coas políticas conservadoras e neoliberais que se están a practicar en Galicia», dijo Villoslada. Para eso, añadió, hay que «garantir os servizos públicos e sociais, a sanidade, a educación, con novas políticas de reindustrialización e con un forte investimento en investigación, e tamén comezar a transición ecolóxica da nosa economía». Un refuerzo necesario, añadió, para encarar «o reto electoral a curto prazo», que son las elecciones municipales del 2019, antes de las cuales el partido deberá «terminar o proceso de renovación orgánica» para poder «presentar un proxecto máis de futuro á sociedade».

Habló del empleo y de fomentar políticas «para os mozos e para os maiores, e para que todos aqueles que tiveron que emigrar en busca de traballo poidan regresar». Hay otra forma de hacer política, dijo, «sen austeridade». Preguntado al finalizar su presentación por lo que le parece la posible unión entre sus dos contrincantes para dirigir a los socialistas gallegos, Villoslada respondió que no era conocedor de que existan negociaciones entre aquellos, pero si es así, les recuerda que «unha vez superado a fase de avais, non hai xa posibilidades de acordo porque os avais non son un cheque en branco, non se poden utilizar para establecer alianzas». «Presentámonos os tres para chegar á final do día 8. E se é certo ese pacto, entendo que habería unha falta de transparencia e un engano aos militantes que os avalaron». Para él, concluyó, «o importante é o pacto coa militancia».