Tatiana Pérez: «Se ve gente más decidida y más cosas que la hostelería»

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

Tras cinco años en Londres, esta gallega ve el mundo casi sin límites desde el mismo Arteixo al que volvió para abrir un negocio de venta de té

15 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis y el ansia por ver más allá del horizonte de Arteixo llevaron a Tatiana Pérez a probar suerte en Londres coincidiendo con el cambio de década. Cinco años en la capital británica le han cambiado la vida, y ahora asegura que ve el mundo casi sin límites desde el mismo Arteixo al que volvió para abrir hace dos años Tea Bridge London, un negocio centrado en la venta de té desde detrás del mostrador, y desde Internet a casi todo el planeta.

Ella es una de las emigrantes retornadas que regresó con una idea en la cabeza y se acogió a las ayudas a los retornados emprendedores que desde hace tres años concede la Administración gallega.

«Vivir fuera te ayuda a abrir la mente y a dejar volar la imaginación, y como la morriña por la tierra tira, llegó un momento que me planteé volver y abrir mi propio negocio», señala Tatiana, que ya ha patentado internacionalmente su propia marca de té pensando en una futura expansión «en Londres, París o Barcelona, quién sabe».

Llegó a compartir piso en Londres con otras nueve personas, dos de ellas gallegas, y retornadas ahora también. Identifica la crisis como el impulso definitivo que activó una emigración joven masiva. «Especialmente entre los culos inquietos como yo», dice, reconociendo que ella contaba con trabajo fijo en Galicia, pero buscaba «algo más».

La vecina Inditex le dio su primera oportunidad laboral para ir tirando en la capital británica. Luego buscó otra experiencia en la que aprender más inglés, y la encontró en un negocio de comida orgánica. Y buscando algo para seguir creciendo encontró el mundo del té. La empresa le pagó una formación especializada, la encargaron del almacén y de la venta por Internet, «pero a los tres años y medio la firma fue comprada por capital italiano, sin la pasión y el conocimiento de la familia fundadora», relata. La experiencia ganada y el cambio en el ciclo económico en España la llevaron a pensar en volver. «Trabajé como camarera para completar mis ahorros y con ellos me decidí a emprender en Galicia, y con las ayudas a los retornados de la Xunta pude invertir en mi página web, patenté mi marca y la consolidé, en dos años», con los 33 que tiene ahora.

Aunque cada historia en la emigración tiene su propio argumento, Tatiana Pérez estima que el declive económico de la década pasada empujó a gente de su generación. «Nos vimos envueltos en una crisis que nos hizo ver que apenas había más oportunidad que ascender si alguien se jubilaba o por amistad», lamenta, no sin asegurar que al menos «ahora se ve gente más decidida y la hostelería ha dejado de ser la única salida».