Manuel Marey: «No se puede trazar una barrera para el eucalipto entre costa e interior»

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

GALICIA

OSCAR CELA

El investigador sostiene que la eucaliptización es el resultado del desmantelamiento rural de Galicia

02 ago 2017 . Actualizado a las 19:19 h.

El profesor de Proyectos de Ingeniería de la Politécnica de Lugo e ingeniero forestal Manuel Marey es, además, propietario de montes en Castroverde, donde preside una asociación que aglutina a vecinos de este ayuntamiento lucense y de Baralla. De hecho, el colectivo se creó como reacción al borrador de decreto que divide Galicia en dos zonas diferenciadas a la hora de plantar eucaliptos. En esa línea divisoria 29 concellos de Lugo, entre otros estos dos, se quedarían sin la posibilidad de utilizar sus propiedades para ese cultivo. El decreto todavía no ha visto la luz, como tampoco el Plan Forestal de Galicia que anunció el presidente de la Xunta en una reunión en Lugo con empresarios de la madera que llegaría al consello forestal a finales de junio.

-¿Qué noticias tienen de que pueda aplicarse el decreto?

-No sabemos nada de nada. La espada de Damocles sigue ahí. Continuamos en una situación de inseguridad jurídica que no es positiva para nadie, que está generando situaciones contradictorias. Algunos propietarios están retrasando sus inversiones hasta que no se aclare la Xunta, con lo que ello conlleva, y otros, por el contrario, están plantando eucaliptos donde no se puede hacer y corriendo riesgos. Realmente es bastante preocupante que haya gente que esté retirando especies frondosas para plantar eucaliptos.

-¿A qué cree que obedece esta medida?

-La eucaliptización de Galicia es el resultado de la destrucción del tejido rural y del desmantelamiento del sector agrario, que no fue acompañado de una política de reordenación. Hace cincuenta o sesenta años no existía este problema. Las opciones que había eran la cesión de fincas o su uso como aprovechamiento forestal. El eucalipto en la costa fue bien por su rendimientos y por la demanda de la industria. Galicia lleva eucaliptizada muchos años, no es algo de ahora, en algunas zonas creció de forma desordenada y ante esto hubo una dejadez total. En Galicia tenemos tres problemas, que están interrelacionados: la eucaliptización, los incendios y el abandono a los que hay que buscar una solución conjunta.

-¿Qué opina de lo que ha trascendido hasta ahora del borrador del decreto?

-No se pueden trazar líneas sobre determinados territorios como figura en el anteproyecto de decreto que deja a 29 ayuntamientos de la provincia de Lugo sin la posibilidad de poder plantar eucaliptos, y sobre todo sin dar alternativas viables. Si hay zonas como algún concello con el 80 % de superficie de eucaliptos, ahí tiene un problema. Donde no lo hay es en aquellos con un 10 %, En muchas zonas se superaron todos los límites y es evidente que hay que establecer medidas y alternativas, pero no trazando una barrera entre el interior y la costa, sin rigor técnico y que paguen justos por pecadores.

-¿Como propietarios están en contra de esa división?

-Sí claro. Queremos tener las mismas oportunidades que el resto. Que conste que no pedimos barra libre para el eucalipto, que es un cultivo como otro cualquiera, pero nos parece injusto que en O Corgo, que es el ayuntamiento limítrofe con el nuestro, Castroverde, se podrían plantar eucaliptos, según el borrador de decreto y en nuestras tierras no. ¿En qué se basan? ¿Por qué esa línea divisoria? ¿Por qué en una misma finca si afecta a municipios diferentes se podrá plantar en una parte y no en la otra? Estamos convencidos de que la legislación actual, si se cumpliera, sería suficiente para tener un sector forestal ordenado. En Castroverde ya existen límites establecidos al eucalipto a través del planeamiento urbanístico.

-¿Qué sugiere para frenar el avance del eucalipto?

-Hay que generar otras alternativas, ser creativos, buscar nichos de mercado y que otras especies sean competitivas. Los propietarios de tierras se quedaron con muy pocas cartas con las que jugar. Tenemos un problema sustancial con el pino porque no existe una oferta atractiva y no puede competir con el eucalipto nitens. Desde la crisis económica del año 2007 dejó de ser rentable y la solución para sector forestal pasa en gran medida por recuperar el mercado del pino. También hay que pensar que muchas explotaciones ganaderas demandan base territorial para ser sostenibles. Habría que avanzar por ese camino en las zonas en las que sea posible.