El revolver del crimen de Chapela, una pistola como la de Harry el Sucio

Jorge Casanova
jorge casanova REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Incómodo pero de gran poder intimidatorio, es un arma muy poco común en el mercado negro

28 jun 2017 . Actualizado a las 08:53 h.

El espantoso crimen de Chapela, donde un expresidiario asesinó de un tiro en la madrugada de San Juan a un joven que le había recriminado por orinar demasiado cerca del sitio que ocupaba en la playa, tiene poco que investigar. Sin embargo, la Policía Nacional mantiene abierta una línea para intentar localizar el origen del arma que acabó con la vida del joven Daniel Beltrán. Se trata de un revólver del calibre Magnum 357, un arma muy similar a la que en cierto modo popularizó Clint Eastwood en las películas donde encarnaba a Harry el Sucio. ¿De dónde salió?

Conseguir un arma corta no es fácil para alguien que esté fuera del ámbito delincuencial. Las pistolas que las fuerzas del orden suelen decomisar en Galicia están vinculadas muchas veces con el mercado negro establecido con Portugal. Sin embargo, según fuentes policiales, se trata de pistolas de calibre mucho menor que el de la que desató la tragedia de Chapela: «Suelen ser del calibre 22 y en muchas ocasiones se trata de armas de uso deportivo que luego son rectificadas», manifiesta una fuente, que admite la sorpresa que ha supuesto que el homicida de Chapela usara semejante pistola.

¿Cuánto cuesta normalmente una pistola en el mercado negro? Los que se mueven por estos ámbitos aseguran que por un precio que ronda entre los 300 y los 400 euros, se puede conseguir una pistola. Otra cosa es dónde encontrarla. «Para una persona ajena a estos círculos resulta muy complicado acceder a alguien que le pueda conseguir una pistola. Y menos una como esta», señala la misma fuente, que recuerda al mismo tiempo que se trata de un mercado donde es fácil ser estafado: «Puede comprar un arma que al final sea un cascajo», apunta un funcionario policial. 

Un arma nada discreta

El pistolón que llevaba el presunto asesino no es tampoco un arma demasiado práctica: «Sobre todo para llevarla escondida», subraya un experto: «Aunque no cabe duda de que tiene un enorme poder intimidatorio». Bien lo saben los policías que detuvieron a José Luis Luna en su huida tras el crimen, que tuvieron que neutralizarlo mientras el agresor intentaba usar el arma. El hombre tenía ya el dedo en el gatillo del revólver. «Fue una operación muy complicada y que salió bien. Si no lo cogen al momento, hubiera sido muy difícil de localizar», explica un compañero de los funcionarios que detuvieron a Luna tras el tiroteo.

En Galicia están registradas alrededor de 170.000 armas, la mayor parte de ellas relacionadas con la caza. Todas están repartidas entre los algo más de 105.000 titulares de algún tipo de permiso para su uso. Es cierto que hay muchas escopetas y algunos rifles, pero en realidad muchas menos armas cortas. ¿Quiénes tienen derecho a usar una pistola? En general, quienes lo hacen de modo particular en Galicia son agentes de la fuerzas de seguridad, funcionarios públicos amenazados, como jueces o fiscales, y tiradores deportivos. 

Instalación de seguridad

Lo cierto es que España se ha dotado de una legislación muy exigente en lo relativo al uso de las armas. Por ello resulta muy complicado conseguir una de fuego por procedimientos que no sean los reglamentarios que, por otra parte, no son sencillos. Poseer un arma corta requiere, aparte de la lógica licencia de armas que se concede con una vigencia máxima de tres años, disponer de un armero. Se trata de una instalación de seguridad que debe estar homologada y que cuesta alrededor de seiscientos euros. Ser condenado por tenencia ilícita de armas supone una pena de entre uno y tres años de prisión. Ser sorprendido, por ejemplo con una pistola reglamentada, sin disponer del preceptivo permiso puede llegar a derivar en un proceso judicial en el que el poseedor del arma puede recibir una pena de entre uno y dos años de cárcel.