Queman el coche de un hombre de A Pobra a quien sus vecinos denuncian reiteradamente

Javier Romero Doniz
J. ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

Residente en Ponte Barbanza, está en el punto de mira por las amenazas que, presuntamente, profirió contra numerosos residentes en la zona

05 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un vecino de Ponte Barbanza, una pequeña aldea del municipio coruñés de A Pobra do Caramiñal, denunció ayer en el puesto de Boiro de la Guardia Civil que alguien quemó un coche de su propiedad que se encontraba aparcado en una finca privada en la que, al parecer, el denunciante tiene otras pertenencias. Dicha persona acumula decenas de denuncias de otros residentes en la citada aldea, y de otra próxima, por presuntos delitos contra la propiedad privada, intento de atropello o intimidación con un coche.

El titular del vehículo calcinado, que está en el punto de mira de todos los vecinos por las amenazas que, presuntamente, profirió contra numerosos residentes en la zona, algunos de avanzada edad, ya no quiso dar explicaciones de lo ocurrido cuando trascendió el conflicto. Ayer, su abogado tampoco quiso hacer declaraciones. Las que sí hablan, y dan la cara, son las personas que se sienten perjudicadas por la presunta actitud violenta que mantiene con ellos y que, según recuerdan en la asociación vecinal -entidad que canaliza los contactos con la Guardia Civil-, acumula más de cien denuncias.

Este hombre, según parece, considera que el incendio que acabó con su coche habría sido intencionado, algo que, según apuntaban ayer en la misma entidad vecinal, puede tener relación con otro altercado que habría tenido recientemente con personas ajenas a Ponte Barbanza. Lo que tienen muy claro en esta aldea, en donde prácticamente la totalidad de los residentes se han visto implicados en algún conflicto con este polémico residente, es que ellos no atentaron contra su patrimonio.

Revertir la situación

El portavoz y presidente de la asociación vecinal, Cándido Sansidro, asegura: «Estamos deseando que cese esta situación. Este individuo, al que ya echaron de la cofradía de Cabo de Cruz, está denunciado, entre otras muchas cosas, por romperle varias costillas a un señor que tiene una finca cerca de su casa. Solo en las últimas semanas tuvimos que presentar otras veinte denuncias, y en total ya superamos el centenar. Lo que nos faltaba, además de vivir con miedo, es que ahora seamos nosotros los malos y él un santo».