El nuevo presidente del ente para investigar accidentes se niega a reabrir el del Alvia

GALICIA

XOÁN A. SOLER

Fernando Montes se reafirma en que las medidas de seguridad en Angrois «eran las correctas»

21 mar 2017 . Actualizado a las 18:40 h.

El que será el nuevo presidente de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), el experto en señalización ferroviaria e ingeniero industrial Fernando Montes Ponce de León, afirmó en la comisión de Fomento del Congreso que no tiene intención de reabrir la investigación del accidente ferroviario de Santiago, pese a que la Agencia Ferroviaria Europea (ERA, siglas en inglés) dejó claro en un dictamen que ese informe no se hizo con las garantías de independencia que las directivas europeas prevén para estos órganos investigadores.

A preguntas de los parlamentarios, que finalmente apoyaron el nombramiento propuesto por el ministro de Fomento gracias al voto favorable del PP y la abstención del PSOE, Fernando Montes pronunció con contundencia la palabra «no» cuando, a instancias de En Marea y Compromís, que finalmente votaron en contra, contestó a la pregunta sobre la reapertura de la investigación del descarrilamiento de Angrois. «El informe de la CIAF es técnico y aporta soluciones que se están implementando. Y se hizo con completa independencia y por gente profesional», alegó, ignorando por completo el informe de la Comisión Europea que dice todo lo contrario. En línea con la postura oficial de la CIAF -de la que es vocal desde julio del 2014-, tan solo estaría de acuerdo con reabrir la investigación si se produce «algún suceso» o novedad en relación con el siniestro que causó 80 muertos y 144 heridos a las puertas de Santiago.

Pese a tener la oportunidad de matizar las declaraciones que en el 2013 realizó también en el Congreso, concretamente en la subcomisión de estudio del ferrocarril, cuando defendió las medidas de seguridad desplegadas en la curva de Angrois -básicamente ninguna-, Montes se reafirmó con rotundidad en su tesis. «Las medidas eran las correctas en aquel momento», dijo, y recordó que en la red ferroviaria había unos 300 puntos similares a los de Angrois «por los que pasaron cien millones de trenes y solo hubo un accidente. La probabilidad de siniestro era muy baja, similar a la del ERTMS», aseguró en referencia al sistema ausente en la curva de Angrois tras la modificación del proyecto. Para el que será el nuevo presidente de la CIAF tras la ratificación parlamentaria de hoy, lo que pasó en el accidente de Santiago fue que «durante 100 segundos no se presta atención a la conducción del tren, lo que supone que una máquina va sola durante seis kilómetros. Lo que dije lo sigo diciendo ahora, son los datos técnicos fríos».

Aunque tras las indicaciones de Bruselas el Gobierno modificó la ley para otorgar independencia funcional a la CIAF -estaba en juego un procedimiento de infracción-, la propuesta de nombramiento del presidente sigue siendo una prerrogativa del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. Y es evidente que se ha buscado un perfil muy próximo a las tesis del PP en lo que respecta al caso Alvia. Alexandra Fernández, diputada de En Marea que activó la ratificación parlamentaria del nombramiento, cuestionó al candidato precisamente por estas opiniones, aunque admitió su valía profesional para desempeñar el cargo. El diputado del PP, Miguel Barrachina, acusó a diputados como Alexandra Fernández de «dar instrucciones» al nuevo presidente de la CIAF, algo que prohíbe, en su opinión, la ley vigente, que en rigor se refiere al poder ejecutivo y a las empresas ferroviarias como fuentes de posibles presiones, y no a los argumentos de un parlamentario en un debate político.