En los últimos años se han disparado las llamadas exigiendo dinero por falsos raptos. Se hacen desde Chile y ya se han detectado casos en Vigo, Lugo, A Coruña y Ferrol
18 feb 2017 . Actualizado a las 09:27 h.«Tenemos secuestrado a su hijo. No diga nada y escuche nuestras órdenes». Es parte de la conversación de los centenares de llamadas que se están recibiendo en distintos puntos de España, también en Galicia, donde se tiene constancia de una decena de casos. Es un secuestro virtual. Las llamadas se hacen desde cárceles de Chile, desde las propias celdas. Los estafadores solo necesitan un móvil para hacer llamadas indiscriminadas a números españoles en busca de víctimas a las que extorsionar con la amenaza de un supuesto secuestro.
«No buscan a ninguna persona en concreto. Son llamadas al azar», explica un investigador de la Policía Nacional. Amenazan desde el primer momento para atemorizar a la persona que contesta al teléfono. Los delincuentes fingen la voz de un familiar supuestamente secuestrado, generalmente un menor, y en medio de la confusión y del nerviosismo la víctima cree reconocer esa voz como la de su hijo, hermano o sobrino. El secuestrador vuelve a ponerse al teléfono y a dar las órdenes. «Todo es muy rápido. Intentan que la víctima no pueda pensar, que no pueda comprobar si el familiar al que se refieren está a salvo. Le exigen un rescate, diez mil euros, cinco mil... lo que puedan. Al final se conforman con 400 o 500 euros. Lo que les interesa es que todo se haga rápido», afirma el investigador.
Le preguntan a la víctima dónde vive y la sacan de casa para que vaya a un cajero. En la calle se comunican a través del móvil y continúan las amenazas y los gritos. Tratan de mantener la tensión. Hacen creer a la víctima que está siendo vigilada. A través de Internet y de cualquier aplicación de localización geográfica, identifican el lugar y hacen más creíble la amenaza. «Van creando el escenario de un secuestro real», afirma el policía. Dirigen a la persona a un locutorio para que desde allí transfiera el dinero a través de un sistema internacional de pago electrónico. Tras comprobar la operación le dicen que en media hora dejarán al secuestrado en un lugar determinado, que lo espere allí. Todo es mentira. La única víctima es la que ha atendido la llamada. El dinero ya está en Chile.
La amenaza de los secuestros virtuales se conoce en España desde el 2015, cuando se recibió la primera denuncia. Ese año se detectaron 221 casos y se hicieron 15 pagos, por un total de unos 10.000 euros. En el 2016 la amenaza se disparó y la Policía Nacional recibió 960 denuncias. En 42 casos las víctimas pagaron y la estafa ascendió a casi 42.000 euros. Este año ya hay 230 denuncias de secuestro virtual, con 11 pagos y más de 11.000 euros.
Madrid y Salamanca son las ciudades con más secuestros virtuales. En Galicia hubo una decena de casos: en Lugo, A Coruña, Vigo y Ferrol. En ninguno se ha pagado. Pero la amenaza continúa. Cualquiera puede ser víctima de un secuestro virtual.
Los diez consejos
No contestar si no se espera ninguna llamada desde Chile, que tiene ese prefijo.
Si ha contestado, desconfíe si dicen que han secuestrado a un familiar y exigen dinero. En España no hay secuestros de ese tipo.
Intente comprobar todo lo que le están diciendo los falsos secuestradores.
Le exigirán un pago rápido para no dar tiempo de localizar al familiar. No lo haga.
No les dé nombres por teléfono. Eso les ayudaría a hacer creíble el engaño.
Trate de encontrar al supuesto secuestrado por otra línea de teléfono.