En la documentación de la granja constan registradas 63 reses productoras de leche. Según el recuento efectuado por la Guardia Civil, 39 ejemplares adultos y jóvenes y al menos un ternero de corta edad murieron allí en un período aún por determinar con exactitud.
La Voz intentó preguntar al ganadero o a sus familiares por lo que había sucedido, pero no quisieron hacer declaraciones. El propietario, un hombre de mediana edad, lleva toda su vida dedicándose a la ganadería. Según las fuentes consultadas, hace aproximadamente un año sufrió un accidente que le dejó secuelas físicas. Desde entonces tiene que utilizar muletas, lo que le dificulta el trabajo. La granja se encuentra en el corazón de una comarca de fuerte implantación ganadera y muy golpeada por la crisis del mercado de la leche.