De estación de buses en Santiago a edificio de oficinas de la Xunta

M. Cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

JANET GONZALEZ VALDES

La Administración gallega planea ahorrar 2,5 millones al año en alquileres ampliando San Caetano

24 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia de cuánto ha cambiado la Galicia burocrática se entiende mejor rescatando de la hemeroteca una frase pronunciada por Xosé Luis Barreiro a mediados de los ochenta, siendo vicepresidente del Ejecutivo. «Cando San Caetano quede pequeno, será que na Xunta haberá demasiados funcionarios», sentenció. Después de aquello vinieron las transferencias de competencias, la descentralización de la gestión, el aumento de los servicios al ciudadano, el incremento de la plantilla... Y así es que hoy, solamente en Santiago, la Administración autonómica ocupa algo que Barreiro ni siquiera llegó a imaginar tres decenios atrás: 29 espacios diferentes. Muchos de ellos son sedes de alquiler que cuestan al erario 2,5 millones de euros anualmente. Para dejar de pagar todas esas rentas, el Gobierno pretende acondicionar como centro de oficinas la actual estación de buses de Compostela y unirla a su cuartel general, ubicado en la acera de enfrente.

Cedido temporalmente a una empresa del Concello para su explotación, el edificio de los autocares es propiedad de la comunidad autónoma y dentro de dos años, aproximadamente, quedará vacío, pues entonces abrirá junto a las vías del AVE, en el Ensanche, la nueva estación intermodal de la ciudad. En ese momento, la Xunta simplemente lo reformará, lo ampliará o lo tirará para levantar sobre sus cimientos otro inmueble con entre 15.000 y 18.000 metros cuadrados de superficie útil. La solución final dependerá de un concurso de ideas arquitectónicas que será convocado, con un plazo de desarrollo de dos meses, a lo largo de las próximas semanas. El designado ganador por el jurado recibirá 30.000 euros, 20.000 el segundo clasificado y 10.000 el tercero.

En una estimación preliminar, según la Consellería de Infraestruturas, las instalaciones adaptadas podrían dar cabida a un mínimo de 1.100 y un máximo de 1.300 funcionarios, así como a una guardería para los hijos de estos y un área de párking. Allí se mudarían luego a trabajar empleados ahora emplazados en sedes de alquiler y un número indeterminado de los 2.300 profesionales destinados en San Caetano, algunos en condiciones de confort manifiestamente mejorables.

La operación urbanística impedirá la creación en la zona de un parque comarcal de extinción de incendios y, probablemente, incluso obligará a trasladar la base de los bomberos municipales.