El equipo rector justifica la medida por el «desaxuste presupuestario» que les causa los 3,8 millones en los que cifra la deuda de la Xunta
18 jun 2015 . Actualizado a las 10:03 h.La Universidade da Coruña comunicó ayer, en una reunión con los decanos y los directores de centro, que se paralizan los gastos corrientes de todos los centros debido a la delicada situación de tesorería, lo que se traduce en que cuestiones básicas como gastos en material, en mantenimiento e incluso desplazamientos del personal no se podrán acometer hasta nueva orden. Solo se admitirán pagos extraordinarios, pero siempre bajo el visto bueno del Rectorado y previa justificación.
La medida -comunicada por la vicerrectora de Planificación Económica, Amalia Blanco; el gerente, Juan Díaz, y el secretario general de la UDC, Carlos Amoedo- se vinculan a la revisión del presupuesto de este año, 116,2 millones, debido unas discrepancias con la Xunta por valor de 3,8 millones. Según informaron, en este momento, tienen pendiente de pago a distintos proveedores 5 millones, que no se podrán abonar debido a la falta de remanente hasta que cuenten con ingresos, que se producen en su mayoría, destacan, en el segundo semestre. Si bien se paralizan los gastos que vayan con cargo a fondos propios, desde la Universidad se explicó que la gestión con fondos externos o finalista sigue su cauce habitual, por lo que no se verán comprometidas ni proyectos de investigación, ni ayudas o convenios.
Contenciosos
Desde la Consellería de Educación se puntualizaba solo que la UDC interpuso a la Xunta un contencioso administrativo por 1 millón de euros, que reclamaba para el pago de la extra adeudada a su personal, que fue desestimado por el TSXG y otro por una discrepancia en el reparto de 2,8 millones de los fondos estructurales, que está sin resolver.
Personal de las universidades fueron informados ayer mismo de las nuevas reglas que coartan su capacidad para desarrollar el normal funcionamiento de los centros. En un correo remitido desde la Xerencia se indicó que la falta de liquidez, que se achaca al retraso en la recepción de ingresos previstos, se remarca la obligatoriedad de esta medida e incluso se avanza que «o incumprimento desta resolución por parte dos centros poderá dar lugar ás responsabilidades económicas e patrimoniais que procedan».
Pero más allá del mensaje oficial, hubo en centros en los que se optó por especificar el alcance. «Véxome obrigado a non repor papel nin consumibles nos servizos da fotocopiadora do segundo andar, non se poden adquirir libros para a biblioteca, non se pode enviar correo, nin paquetes postais a través do servizo da consellería e non se pode facer uso dos servizo de cafetería para servizos de atencións protocolarias a relatores ou participantes en seminarios e/ou conferencias», explicaba a sus compañeros el decano de Derecho, José Manuel Busto.
En la propia reunión, hubo voces que abogaron por establecer una central de compras, al menos, para consumibles.
Por otra parte, bajo ese principio de recorte de gastos la UDC también había planteado la fusión de seis facultades y dos politécnicas, pero ayer se avanzó que esta medida «queda en suspenso», ya que se creará una comisión específica para valorar su conveniencia, decidir si se llevan a cabo y a qué centros afectaría, que no tendría que restringirse a los ya planteados. Su informe será el que analice la comisión de gobierno de la universidad.