Superados por los decibelios

maría santalla REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

El 20 % de los hogares y el 13,3 % de los vecinos gallegos sufren problemas de ruido, aunque en el conjunto de España Galicia es de las comunidades menos bulliciosas

26 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el 20 % de los hogares gallegos, y el 13,3% si hablamos de vecinos, sufren problemas por el ruido exterior. Comparativamente, Galicia figura entre las comunidades menos ruidosas de España, pues solo La Rioja, Castilla-La Mancha y Castilla y León mejoran esos datos referidos al año 2013. Está, además, muy lejos de la media española, que marca que el 18,3 % de la población nacional convive con ruidos superiores a los niveles recomendados, una circunstancia que puede derivar en problemas de salud.

Sin embargo, para quienes lidian diariamente con más decibelios de los deseables es poco consuelo que Galicia se sitúe entre las comunidades con menor contaminación acústica. En algunas ciudades se han formado plataformas contra los ruidos, y algunas de ellas se han integrado en una de ámbito autonómico. Reclaman, entre otras cosas, que se actualice la normativa de ruidos y, sobre todo, que se vigile su cumplimiento. La Consellería de Medio Ambiente ha elaborado un decreto que se encuentra ahora en el Consello Consultivo para su informe.

El tráfico y el ocio nocturno son los dos principales focos de ruido que soportan los ciudadanos gallegos. Cada uno de ellos tiene sus espacios y a veces ambos conviven, fundamentalmente en el centro de las ciudades. En casi todos los casos, especialmente cuando se trata de las zonas de marcha, son los concellos los que tienen que tomar medidas cuando el ruido deja de ser una molestia para convertirse en un martirio para los vecinos que lo padecen. La colisión entre el derecho al ocio de unos, el derecho al descanso de otros y los intereses de un sector económico como la hostelería ocasiona no pocos quebraderos de cabeza a las administraciones municipales. En la mayoría de los casos optan por actuar cuando existen denuncias vecinales y por no hacerlo si no reciben quejas.

Esa premisa, sin embargo, no siempre se cumple. En Vigo, vecinos del Casco Vello han anunciado que grabarán imágenes del ruido nocturno para aportar pruebas si el Concello sigue sin hacerles caso. En esta zona de la ciudad olívica el ruido se ha disparado a niveles de hace una década, y en otras calles del centro preocupa el fenómeno del botellón.

En Compostela varios pubs con música en vivo han dejado de programar conciertos ante las quejas de la plataforma Santiago sin Ruido, cuyas denuncias han derivado en la intervención policial y en la decisión de varios locales de dejar de organizar actuaciones para evitar las multas. La plataforma Compostela Territorio Musical sostiene que el problema no son los conciertos, sino el ruido en la calle, y ha impulsado una campaña para combatir, precisamente, el bullicio de las noches de marcha.

Las intervenciones municipales derivan a veces en cierres, como el reciente caso de un local en A Coruña, conocido como el nuevo Flash, o como otro local de la plaza del Teucro, en Pontevedra, al que el Concello ordenó cerrar tras más de cien denuncias y que acomete ahora reformas para ajustarse a la normativa y reabrir. Otras veces se saldan con multas, como las 27 impuestas en Carballo en el 2014, donde llevan ocho en lo que va de año. En Vilagarcía, doce locales de copas de la zona de O Castro fueron expedientados por incumplir los horarios. Y en Cee una sentencia obligó al Concello a indemnizar a un matrimonio por no haber tomado medidas contra los ruidos que se veían obligados a soportar.

Control vía satélite de la contaminación acústica

Hace varias semanas que la Universidade de Vigo instaló en Pontevedra tres sensores para controlar en otros tantos puntos la contaminación acústica y del aire. Los primeros datos no ofrecen sorpresas. El nivel de ruido es bajo en la plaza de España, salvo momentos puntuales, y más elevado a causa del tráfico en las áreas de Bomberos y Ponte Muíños.

Expediente por actuaciones en Red Natura

El Concello de Tomiño dispone de un gran auditorio al aire libre emplazado en plena Red Natura, pero cada una de las actuaciones debe ser autorizada por el Servizo de Conservación da Natureza y la ley veta la utilización de aparatos de sonido que puedan perturbar la tranquilidad de la fauna. La Xunta ha abierto expediente al Ayuntamiento por el Minho Reggae y la Festa Hortera.

Protestas por las máquinas limpiadoras

Los vecinos de varias calles de A Coruña (Betanzos, Francisco Mariño y Rosalía de Castro) hicieron público hace algunas semanas su malestar por el ruido de las máquinas limpiadoras que están llevando a cabo el adecentamiento de la zona centro. Los habitantes de ese entorno critican que se utilice una maquinaria tan ruidosa a las cuatro de la madrugada.

Un concierto de Panorama cortado por el volumen

Panorama arrastra a multitudes en todos sus conciertos, pero ni siquiera ella se libra de tener detractores. Hace un mes, la orquesta actuaba en las fiestas patronales de As Gándaras, en Lugo, y se vio obligada a suspender su espectáculo cuando dos patrullas de la Policía Local llegaron al lugar tras recibir varias denuncias vecinales. Eran ya las cuatro de la mañana.

Las campanas de Fátima no suenan a gusto de todos

Las molestias por el ruido no se restringen al ocio nocturno. En Ourense el Concello ha sido denunciado por un vecino por no hacer cumplir la ordenanza de ruidos a la iglesia de Fátima. Según la denuncia, las campanas y la música del templo suenan de ocho de la mañana a once de la noche todos los días, interrumpiendo el descanso de los vecinos que viven cerca.

Con informaciones de Xosé Ameixeiras, Cándida Andaluz, López Penide, Susana Luaña, Olalla Sánchez y Patricia Calveiro.