Galicia desciende de los 2,75 millones de habitantes por primera vez desde el 2002, después de haber sufrido su censo dos bajas cada hora todo a lo largo del año pasado
23 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La crisis demográfica de Galicia no es un corte en este o aquel miembro, una herida localizada. Al contrario, la comunidad se desangra por casi todos los poros de su piel. Casi nueve de cada diez de sus ayuntamientos menguan en residentes. Y ya ni siquiera las ciudades contienen la hemorragia. Cada hora, por término medio, el censo sufre dos bajas en un tictac sin parangón.
En su reunión del 5 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó un real decreto que declaraba oficiales las últimas cifras de población en España. Difundido ayer a través del Boletín Oficial del Estado (BOE) y, con mayor detalle, por el Instituto Nacional de Estadística (INE), ese documento fija en 2.748.695 las personas que vivían en Galicia a 1 de enero del 2014. Dicho de otro modo, por primera vez desde el 2002 la comunidad se queda por debajo de la barrera de los 2,75 millones de vecinos, cuando en el período 2009-2011 llegó a acariciar los 2,8.
Con saldos vegetativo y migratorio negativos, todo a lo largo del 2013 Galicia perdió 17.245 habitantes, en lo que constituye su peor retroceso en lo que va de siglo XXI, tanto en términos relativos con en absolutos. No en vano, como promedio, se dejó por el camino 47 moradores diariamente, 331 cada semana, 1.437 al mes. Por provincias, la peor parte de la sangría se la llevó A Coruña, con un descenso de 5.426 empadronados, seguida de Ourense (4.431), Pontevedra (4.131) y Lugo (3.257). Proporcionalmente, no obstante, la clasificación del fracaso la lidera Ourense (1,36 % de recorte), por delante de Lugo (0,94 %), A Coruña (0,48 %) y Pontevedra (0,43 %).
A diferencia de anteriores ocasiones, con todo, Galicia no sale tan mal parada de la comparación con el resto de autonomías. En el global del país, de acuerdo con el INE, el descenso poblacional fue del 0,76 %, 14 centésimas superior al medido aquí. De hecho, se registraron peores balances en hasta ocho regiones: Valencia, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Baleares, Canarias y Madrid, con menguas comprendidas entre los 2,13 y los 0,63 puntos porcentuales.
Analizando caso a caso la situación en la comunidad, se colige que entre la primera jornada del 2013 y la misma fecha del 2014 solamente crecieron 45 concellos, esto es, el 14,3 % de los 314 existentes. En tierras coruñesas progresaron 18 (19,3 % de los totales); en pontevedresas, 15 (24,2 %); en ourensanas, 9 (9,8 %); y en lucenses, 3 (4,5 %).
El ránking de los dinámicos lo encabezan Cangas, con 394 altas; Teo, con 312; Ames, con 286; Melide, con 265; Baiona, con 198; Mazaricos, con 148; Barbadás, con 143; Narón, con 124; Vilaboa, con las mismas; y Lalín, con 110. Y lo cierran Xunqueira de Espadanedo, Oímbra y Bóveda, con un solo poblador más; Manzaneda, con dos; Salceda de Caselas, con tres; Allariz, con cuatro; Meaño y Cabanas, con siete; y Esgos, con ocho. Entremedias de ambos grupos solo se sitúa una de las siete urbes gallegas: Pontevedra, que apenas sumó 12 censados en sendos meses, para escalar hasta los 82.946.
Las otras seis ciudades forman parte del paquete de 269 municipios con números en rojo. Un conjunto que, en guarismos brutos, abren Vigo, A Coruña, Ferrol, Ourense y O Porriño, respectivamente, con pérdidas de 1.482, 1.113, 843, 637 y 400 residentes. En relativos, sin embargo, lo abanderan Avión, con un retroceso poblacional del 11,6 %; Padrenda, con uno del 8,6 %; Muíños, con uno del 7 %; Gomesende, con uno del 6,9 %; y Lobios, con uno del 4,9 %.
Vista aisladamente, la foto demográfica del INE muestra una Galicia donde en la actualidad únicamente 116 ayuntamientos rebasan los 5.000 empadronados, frente a los 130 que hacían lo propio en 1996. Es decir, casi dos tercios del global (63 %) tienen 4.999 o menos censados. Por debajo de los mil hay ya 26, el doble que a finales de los noventa.