Los cinco retos del futuro líder del PSdeG

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Cuando concluyan las primarias, el elegido para gestionar el partido deberá detener el «canibalismo político» practicado en el seno de la organización

01 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Desde el 2 de marzo del 2009, el día que Emilio Pérez Touriño dimitió como secretario general del PSdeG-PSOE, el partido del puño y la rosa empezó a escribir la página más gris de la historia autonómica al esfumársele en muy poco tiempo 227.000 votos en Galicia, el 44 % de los que tenía, la mitad de sus alcaldías, siete escaños en el Parlamento gallego y otros cuatro más en el Congreso. Cuando concluyan las primarias y el posterior congreso del 29 de septiembre, Gómez Besteiro o Manel Vázquez, sea cual sea el elegido para gestionar el futuro inmediato, deberá detener el «canibalismo político» practicado en el seno de la organización, por recordar la expresión utilizada por Carlos Príncipe en 1999 al importante desafío al que entonces se enfrentaba Touriño. La ausencia del Parlamento del futuro líder socialista es algo que no le va a ayudar precisamente en su tarea de construir una alternativa al Gobierno de Feijoo, pero incluso este hándicap puede ser anecdótico al lado de desafíos como la recuperación de la credibilidad y la necesidad de ponerle coto al agujero financiero del PSdeG.

En el mismo congreso del 29 de septiembre, el futuro secretario general del PSdeG deberá conformar la nueva comisión ejecutiva. Y para que contribuya a la regeneración del partido deberá ser más plural y mucho más operativa que la actual, que pese a ser una de las de mayor talla de la historia, con 55 miembros, no integró en su seno ni siquiera a un representante de la otra mitad del PSdeG que en el congreso del 2012 apoyó a Elena Espinosa frente a Pachi Vázquez. La capacitación para los cargos ejecutivos son aspectos a cuidar para evitar las disfunciones y la falta de preparación de algunos miembros de la dirección en relación al puesto que ocupan.

El futuro secretario general se encontrará en O Hórreo con un grupo parlamentario completamente ajeno, elegido a la carta por Pachi Vázquez, y que en el peor de los casos puede jugar a la contra de un líder que estará ausente de la Cámara y de las conspiraciones que se alumbran en sus pasillos. El perfil bajo del grupo del PSdeG, del que fueron apeados los diputados con más valía (Ismael Rego, Sonia Verdes, Leiceaga, Lage Tuñas o María José Caride) es un hándicap que no tiene una solución inmediata, pero que obligará al nuevo jefe de filas a salir a jugar con el único equipo que tiene disponible para no ceder más terreno ante feroces competidores, como el grupo de Beiras.

La capacidad para enunciar un proyecto político nuevo y de embarcar en el mismo a los principales cuadros del partido va a determinar buena parte del éxito o del fracaso de la dirección que salga del congreso de septiembre. La costura es más necesaria que nunca para superar la fractura interna entre los partidarios y detractores de Pachi Vázquez y volver así a ganar credibilidad.

El agujero financiero

La gestión financiera del PSdeG como organización nunca ha sido la parte fuerte del equipo instalado en la sede de la rúa de O Pino. El futuro líder se encontrará con un gran agujero contable y una deuda acumulada que algunas fuentes sitúan en más de 1,2 millones de euros, y que recientemente provocó que la dirección federal le retuviera la liquidación de las cuotas de los militantes para asegurar el cobro de la deuda contraída con Ferraz.

El test de las municipales

La primera evaluación de la nueva dirección socialista se producirá con las elecciones municipales de mayo del 2015 porque las europeas de mayo del 2014 no son un convocatoria que permita tomarle el pulso a los cambios operados en Galicia. Las locales del 2015 deberán reflejar una nueva apuesta de nombres.

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