«Hay que ser más precavidos cuando no hay socorristas»
15 jul 2013 . Actualizado a las 09:25 h.En verano se le multiplica el trabajo: más tráfico, incendios forestales y las playas. Y además en Sanxenxo, símbolo del turismo en Galicia. José Antonio Folgada (Portonovo, 1973) tiene a su cargo la seguridad de 14 arenales, los que tienen bandera azul, atendidos por 60 socorristas y un coordinador.
-Desde el domingo día 7 se ahogaron seis personas en Galicia.
-Sí. Los socorristas hacen todo lo posible para que nadie se ahogue, pero a veces ocurre. El año pasado murió un bañista en una de nuestras playas, en Silgar. No se ahogó, tuvo una indisposición y falleció en la playa. Es duro. Pero también hay otros casos, como el de un hombre al que le dio un infarto en el agua, quedó flotando boca abajo y se salvó. Después volvió a darles las gracias a los socorristas.
-Con 5.000 bañistas en la playa, ¿cómo es posible controlarlos?
-En general el comportamiento es bueno y se hace caso a las normas. Puede haber algún caso en el que no sea así. A veces se cometen imprudencias que pueden pagarse caras, pero afortunadamente es algo puntual.
-¿La ola de calor fue el más difícil todavía?
-Complica el trabajo, sí. Tenemos más lipotimias y más quemaduras al aumentar el índice de radiación solar. Cuando hace tanto calor lo mejor es echarse el protector ya en casa, evitar la exposición en las peores horas y tomar más frutas, agua y zumos para prevenir golpes de calor.
-¿A qué hora abren sus puestos de salvamento?
-Nuestros socorristas están ya en los puestos a las doce de la mañana. Están operativos hasta las ocho de la tarde, pero los fines de semana, como hay más gente, suelen quedarse hasta las nueve de la noche. Yo creo que la playa está para disfrutar, pero el bañista también tiene su parte de responsabilidad. Hay que ser más precavidos cuando no hay socorristas y usar el sentido común, como prestar atención al color de la bandera o no adentrarse mucho en el mar si no se conoce la playa.
-¿Cuáles son las incidencias más frecuentes?
-De las 7.575 intervenciones que tuvimos el verano anterior, más de 3.500 fueron incidencias comunes. Y luego están las incidencias por un mal uso de la playa, como los avisos a embarcaciones en las zonas de baño. El año pasado hubo 815.
-¿Niños y playa es un binomio complicado para un socorrista?
-No crea. Causan más problemas los adultos jugando a las palas con marea alta que los niños. A algunos hay que recordarles que la playa es de todos y no Roland Garros. Con los niños el único problema son las rocas. Se emocionan por coger lapas, lorchos y cangrejos, pero deben llevar un calzado flexible y tener cuidado si hay olas. Pueden tirarlos y arrastrarlos. Es peligroso.
josé antonio folgada jefe de emergencias y protección civil de sanxenxo