«Temos que preocuparnos á forza»

María cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Usuarios de farmacias gallegas cuentan cómo les afecta el cambio

08 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Incertidumbre. Conformidad. Algún brote de indignación. Esos son los sentimientos que, días después de la entrada en vigor del copago farmacéutico, desprenden los usuarios que se han acercado a las farmacias gallegas. Algo que echan de menos es la información.

«Ahora, por lo que dice la tele, parece que van a cobrar un euro por receta», comenta Elena en una farmacia de Pontevedra. La boticaria corrige el error. «Eso es en Cataluña», explica. Aquí, según un cartel informativo publicado por el Colegio de Farmacéuticos que cuelga en la puerta, los jubilados pagan un 10 % de la tarifa del medicamento con un tope de 8 euros para las rentas de menos de 18.000; de 18 para los que ganan entre 18.000 y 100.000, o 60 euros cuando cobran más de esa última cantidad. «Pero de esos por aquí no han venido», dicen en una botica de Carballo. Ahí entra otro perfil de usuario. Como el que tiene Otilia Mariño, emigrante jubilada y retornada de Inglaterra, que cobra poco más de 500 euros al mes. «Tomo pastillas para o azucre, o colesterol, os nervios, a vista... hoxe levo cinco diferentes», explica. Ha tenido que desembolsar 4,49 euros. Antes no abonaba nada. «Parece pouco, pero é moito nunha paga pequena, sobre todo porque os que roubaron non pagan nada. Toda a vida traballando para facer medrar o Estado e agora que teñamos que pagar», protesta.

Más ha tenido que abonar otra jubilada de Carballo, Isaura Pastoriza, pero por otro motivo. Desde que aplican la ley estatal que obliga a dispensar el medicamento más barato de su clase, algunos laboratorios han bajado las tarifas. Lo que ocurre es que varios de esos productos no los hay porque las existencias son bajas. Y las marcas que hay no se pueden dispensar. «No entra en el ordenador el que me han dado y tuve que comprar el que tomaba antes. Fueron 10,37 euros», explica.

Ese tipo de cosas generan incertidumbre. Como la que tiene una pareja mayor de Carral. José Castedo y María del Carmen Bello consumen pastillas de forma habitual. Por eso, como dice ahora ella, «estamos preocupados á forza. Pagando un seguro toda a vida isto non é lóxico». Porque esto es solo el primer paso. Peor va a ser, comenta la farmacéutica, cuando algunos productos ya no entren en el seguro.

La que está conforme es otra vecina de Pontecesures, Carmen Oliveira, que dice que hay «que axudar a España». Por parte de los medicamentos que toma habitualmente ha pagado ahora 53 céntimos. Con más filosofía lo toma otro vecino de Pontecesures, José González, pero con algún matiz. «Sube todo, e os medicamentos tamén terán que subir, pero para o xubilado non me parece ben», dice este hombre de mediana edad en activo.

Precisamente es en el colectivo de trabajadores en el que hay mayor incertidumbre sobre cuánto tendrán que pagar. «Non notei nada porque por agora abonei o mesmo que antes polo medicamento dos pequenos», explica una madre de 29 años de ese municipio. Lo mismo le ha ocurrido a Belén Vilariño, una camarera de Carballo que por las pastillas que tiene que tomar paga 78 céntimos al mes. Entre el grupo de los activos son los que ganan entre 18.000 y 100.000 euros los que han de pagar la mitad y no el 40 %, como hasta ahora.

Sobre el cambio también opina otra trabajadora de Ordes, Concha del Río. «Algo tiñan que facer para que non se despilfarrara tanto, pero co que non estou de acordo é con que lles cobren aos crónicos». Pero también hay a los que no les ha cambiado nada. Como al carralés Alfonso Ramos. «Soy de Muface y por dos pomadas y vitamina B que preciso por un problema en la sangre he pagado 33 euros», dice.