El PP pide al Parlamento que medie en la «guerra» de partidos que paraliza Foz

María Cuadrado Fernández
maría cuadrado VIVEIRO / LA VOZ

GALICIA

El diputado José Manuel Balseiro dice que peligran servicios y nóminas si el Concello no aprueba el plan de saneamiento

06 may 2012 . Actualizado a las 13:53 h.

La crispación política que se vive en el Ayuntamiento se traslada a las calles de Foz (9.968 habitantes). Las críticas y los reproches son diarios desde que el pasado junio Javier Jorge Castiñeira, del PP, tomó posesión como alcalde. Gobierna en minoría con cinco concejales, pero el mando parece tenerlo la oposición; entre el PSOE, Unifoz y BNG suman ocho ediles.

En los primeros once meses de mandato prácticamente no ha prosperado ninguno de los proyectos del equipo de gobierno, que de forma continuada acusa a la oposición de torpedear su gestión, de la hipoteca que le dejó su antecesor (del PSOE) y de poner en peligro servicios municipales. Alcaldes y otros cargos de su partido le han manifestado su apoyo en los últimos días, y ayer mismo el diputado José Manuel Balseiro avanzaba que pedirá al Parlamento que interceda en esta situación de crispación política que llega a paralizar el funcionamiento del Ayuntamiento.

Balseiro presentó una proposición no de ley y pretende que la Cámara gallega inste a todas las fuerzas políticas de Foz a llegar a un acuerdo que permita garantizar la prestación de los servicios a los vecinos. El diputado quiere que el Parlamento acuerde formalmente «manifestar a necesidade da aprobación dun plan de saneamento no Concello».

Rebaja de Hacienda

Explica que este documento facilitará que el Ministerio de Hacienda rebaje del 50 al 25 % la reducción de los fondos que le asigna mensualmente al Ayuntamiento, una medida adoptada por el Ejecutivo central una vez que la corporación no aprobó el plan de ajuste incluido en el plan de pago a los proveedores. «Esta situación implica unha redución moi importante da liquidez na facenda local, o que pon en risco a prestación dalgúns servizos públicos en calidade e normalidade ou incluso o pago das nóminas do persoal municipal». Balseiro echó un capote al alcalde Castiñeira y llamó a la responsabilidad a los partidos de la oposición, pidiéndoles «que non volvan a bloquear un proxecto dirixido a garantir a viabilidade e sustentabilidade da facenda local». Los acusó de anteponer los intereses de partido y particulares a las necesidades públicas.

El regidor ha acusado a la oposición de bloquear su proyecto político, impidiendo la revisión y actualización de tasas, rechazando delegar el servicio de recaudación en la Diputación y poniendo trabas a trámites tan sencillos como la constitución de la mesa local del comercio. La moción de censura planeó durante los primeros meses y, en los últimos días, el partido independiente Unifoz le instó a someterse a una moción de confianza vinculada a los presupuestos de este ejercicio.

Tras conocer la propuesta de Balseiro, el portavoz socialista y exalcalde durante 16 años, José María García Rivera, acusó al diputado de practicar «unha coacción democrática a un Concello que non ten ningunha necesidade económica, só nas mentes calenturientas de dirixentes do PP».

Aprovechó para exigirle al diputado, que también es teniente de alcalde en Cervo, que se ocupe de su concello, «que é o número un da provincia en débeda financeira por préstamos».

«A comprometida situación financeira foi resultado das decisións da oposición»

José Manuel Balseiro