Las claves del último cuarto de Feijoo

serafín lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Infraestructuras y financiación pondrán a prueba su discurso ante Rajoy

10 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Los norteamericanos, maestros en el arte de disponer de los tiempos, llaman minutos de la basura a esos instantes finales de una competición que carecen de interés porque la ventaja de uno de los contrincantes hace inamovible el resultado. Feijoo, que como presidente tiene la potestad exclusiva de decidir cuándo cierra la legislatura, ha presentado el desenlace de la crisis política con la que amenizó el turrón a los gallegos como el Gobierno que Galicia necesita para el «último cuarto de partido». Su mandato entra en este tramo decisivo con varios retos pendientes que pondrán a prueba su intención de mantener ante Rajoy ese discurso exigente que lo convirtió en ariete incisivo contra Zapatero. De esa tensión reivindicativa dependerá que este último trecho hasta las elecciones depare un último cuarto relevante o los minutos de la basura de un partido perdido para las infraestructuras, la financiación, la industria o los sectores productivos.

Relevos sin riesgo para cerrar la legislatura

Feijoo sostiene que, cuando el partido toca su fin, no conviene incorporar al Gobierno a gente que no haya trabajado en los tres primeros cuartos. A esa máxima responde que haya tirado del escalafón de Facenda y de Sanidade para relevar con las números dos de cada departamento a las exconselleiras reclutadas por el Gobierno de Rajoy. La significativa distancia entre las expectativas creadas en torno a los cambios en la Xunta y la fotografía que deja su resolución subraya la habilidad con la que Feijoo ha gestionado la crisis. Aunque el PPdeG presentó a esta comunidad como cantera del nuevo Gobierno, al final la única voz gallega en el Consejo de Ministros, además de la de Rajoy, es la de una política que labró su carrera en Génova, Ana Pastor. El Ejecutivo central reconoce la labor de la Xunta, sí, pero tanto Marta Fernández como Pilar Farjas salen para ocupar un segundo escalón en los ministerios de Hacienda y Sanidad. Curiosamente, Feijoo asegura ahora que taponó la salida de la que era su baza para Fomento, Agustín Hernández. El tiempo dirá si lo hizo para ahorrarle el desgaste de un posible incumplimiento con las infraestructuras gallegas.

Recortes de consellerías en una Xunta que mueve 2.000 millones menos

Tal vez por compensar la escasa dimensión de los relevos, Feijoo se animó a dar empaque a la crisis con un nuevo tijeretazo en las consellerías. Con la decisión de integrar Cultura en Educación y Medio Rural en Pesca, el presidente ajusta otra vez una estructura de Gobierno que había ganado peso por el mayor adelgazamiento de las Administraciones que mudaron sus gobiernos en mayo pasado. Para redondear la jugada, Feijoo alimentó la expectación mediática. A modo de redoble de tambor, aplazó la presentación de las novedades durante el último fin de semana del año. Pero, como en la elección de unas conselleiras que parecen todavía en fase de acoplamiento, también en la fusión de departamentos evitó los traumas. Además de maquillar la salida de Roberto Varela, el nuevo aligeramiento orgánico es asumible por un Gobierno que gestionará este año más de 2.000 millones menos que cuando Feijoo tomó posesión, en el 2009. Ya dice que no conviene tomar riesgos en el tramo final del partido. Y menos cuando el resultado de las generales refuerza la posición de favorito.

Adelanto electoral con la tesis de que la debilidad de la oposición solapará el desgaste del PP

Feijoo ya habla abiertamente de la posibilidad de convocar las autonómicas para el otoño próximo, una idea con la que jugará en los próximos meses y que parte de la opinión generalizada en el PPdeG de que la posición de debilidad en la que se encuentran PSdeG y BNG neutralizará el desgaste de los populares por las drásticas medidas que ya empieza a tomar el Gobierno de Rajoy. Por algo socialistas y nacionalistas, en una tesitura inusual, se rebelan contra un posible adelanto que no los cogería en su mejor momento y piden a Feijoo que gobierne hasta marzo del 2013. El colchón obtenido por el PP en las generales, en las que tuvo su mejor resultado relativo en Galicia frente a un PSOE que perdió 300.000 votos y a un Bloque que sigue cediendo apoyos, disuadió a Feijoo de hacer coincidir las elecciones gallegas con las andaluzas en marzo. El propio líder del PPdeG asume que ese adelanto que reclamaron muchos cargos de peso en su partido facilitaría la victoria, pero encaja en un «ventajismo político» que sería muy difícil de explicar. Otra cosa es un movimiento técnico de unos meses.

Compromisos firmes con Galicia para los primeros 100 días de Gobierno

Más allá de los gestos, Feijoo precisa de respuestas concretas del Gobierno de Rajoy en ámbitos tan apremiantes para Galicia como las infraestructuras, la financiación autonómica, el futuro del naval, la política pesquera común o el sector lácteo. El propio jefe del Ejecutivo, decidido a no bajar la guardia, ha marcado como plazo estos primeros 100 días para que la Moncloa ponga cifras a los compromisos. Además de un blindaje de 600 millones anuales para el AVE que tendrá difícil encaje en los recortes, la financiación será decisiva para que la Xunta tenga mayor margen de maniobra que el que la llevó a cerrar el ejercicio presupuestario del 2011 en agosto y acumular pagos pendientes para este trimestre. Un pacto extrajudicial para los dos recursos interpuestos ante el Constitucional, por 805 y 674 millones, aliviaría tensiones financieras. Galicia se la juega y ya no le valen las promesas.