Un concello sin crisis

GALICIA

02 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Gobernó en el 2007 con dos ediles más que el BNG y el 22-M le sacó ocho de ventaja. Su tirón compensó la debacle nacionalista y le obligó a apadrinar a la actual teniente de alcalde, cuestionada en el Bloque. De ella le llegan los problemas. Un día tuvo que desmentir la posible ruptura de la coalición; otro, rechazar la propuesta de asumir servicios de la Diputación; al siguiente, resignarse a que el proyecto estrella del PSOE, el jardín botánico, lo cerrase el BNG. ¿Lo bueno? Que en el concello no hay crisis. Ni se suprimieron ediles electos, ni directores generales, ni se bajó la plantilla de mil trabajadores incrementada con 50 nuevos contratos a dedo. Los recortes fueron para los funcionarios, que están en pie de guerra. Cerrando los cien días de reveses llegó el oxígeno del desbloqueo del urbanismo. Lo dio la Xunta a la que, en cambio, el Concello marginó en la integración del AVE.