De Cospedal eclipsa a Feijoo

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El plan de recortes de Castilla-La Mancha impone deberes a todo el PP

04 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Desde que Rajoy tomó las riendas del PP, el marianismo se estuvo mirando al espejo en nombres como Sáenz de Santamaría, Basagoiti, Sánchez-Camacho o González Pons, pero se gustaba especialmente en el reflejo de Feijoo, el primero de la hornada que tocó poder. La gestión del Gobierno gallego fue tomada como laboratorio de referencia del nuevo PP, frente a los de Madrid o Valencia, y coletillas patentadas hace tiempo por el presidente de la Xunta, como esa de «vamos a hacer más con menos», se repetían como un credo por España para hablar de austeridad. Feijoo hizo escuela. Pero el protagonismo logrado esta semana por Dolores de Cospedal evidencia que le están renovando las enseñanzas.

La trascendencia de la agenda de duros recortes de Castilla-La Mancha es que fue presentada por la número dos del PP -conviene no olvidar su rango-, y tomada como ejemplo para otras comunidades y el futuro Gobierno de España. De algún modo, a Feijoo y a Rajoy se les están poniendo deberes.

El mandatario gallego optó desde su llegada a Monte Pío por la tibieza y el recorte disimulado para salvaguardar la imagen del partido y evitar el rearme de la oposición. De Cospedal, en cambio, hace que Feijoo parezca un timorato. Ella no solo derogará instituciones como el Defensor del Pueblo, el CES o el Tribunal de la Competencia, tomando así el camino de la recentralización del poder autonómico, sino que ha metido las tijeras en asuntos como los coches oficiales, obras accesorias o la televisión, donde la Xunta todavía tiene mucho recorrido.

Extremadura o La Rioja ya anunciaron que aplicarán buena parte del plan de De Cospedal. Feijoo, en cambio, se excusó el jueves diciendo que él ya lleva haciéndolo desde hace dos años y medio.

¿Pero tiene algo que ver la agenda de Feijoo con la de De Cospedal? En gran parte sí. El Presuposto de la Xunta ya se redujo en algo más de un 13 % en dos años y el gasto en la sanidad, por citar un ejemplo, cayó de los 3.788 millones del 2009 a los 3.545 del actual ejercicio, es decir, 243 millones menos. Algo similar ocurre con la educación o los fondos para el empleo.

Sin embargo, hay algunos aspectos en los que De Cospedal y Feijoo difieren. La castellanomanchega va a suprimir el 50 % de los coches oficiales, en línea con lo que hizo Esperanza Aguirre en Madrid; la Xunta se ciñó básicamente a una operación cosmética para cambiar la marca. Decía la Consellería de Presidencia en el 2008, con Méndez Romeu al frente, que tenía 355 coches en servicio. Y admitía el pasado marzo, ya bajo la batuta de Alfonso Rueda, que el número era de 363 coches oficiales y de servicio (84 para transportar a altos cargos y 279 más para el restante personal de la Xunta).

También está aplazado en Galicia el saneamiento de TVG, mientras la televisión castellanomanchega va a ser privatizada, y proyectos indefinidos como la Ciudad de la Cultura siguen en marcha, cuando De Cospedal está dispuesta a vender todos los inmuebles autonómicos sin un uso claro.

El tiempo dirá si el plan de De Cospedal acaba convirtiéndose en un nuevo techo para Galicia. Por lo de pronto, Feijoo evitó tocar el árbol institucional de la comunidad, pero si las cosas vienen mal dadas y los recortes no limpian realmente todo lo accesorio, nada impedirá que pueda hacerlo. Será o eso o seguir bajando el gasto sanitario.

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