El PP logra el poder en Gondomar apoyado por tránsfugas del PSOE

A. Martínez / M. Torres

GALICIA

El pleno solo duró 17 minutos porque los censores renunciaron a hablar durante el debate

08 jul 2009 . Actualizado a las 11:24 h.

El PP recuperó ayer la alcaldía de Gondomar tras aprobarse la moción de censura que los ediles de este partido presentaron contra el regidor Antonio Araúxo (BNG) con el apoyo de los cuatro concejales del grupo socialista y de un edil independiente.

Martín Urgal, que ocupó el segundo puesto en la candidatura popular en las últimas elecciones locales, asumió el bastón de mando en medio de los gritos de protesta de centenares de personas. La reacción de la ejecutiva del PSdeG no se hizo esperar. La secretaria de organización, Mar Barcón, confirmó la expulsión de sus ediles gondomareños. Los concejales del PP presentaron la renuncia a su partido. Los once firmantes de la moción madrugaron más que nadie para poder entrar sin ser vistos en el edificio en que se celebran los plenos -el auditorio Lois Tobío- y evitar así el contacto con el ciudadano de a pie.

Agentes de la Policía Local abrieron las puertas del auditorio a las diez de la mañana y en menos de una hora los vecinos habían ocupado todas las butacas. Los autores de la censura apenas contaban apoyos entre el público. La mayoría portaban carteles en los que podía leerse el lema que ha inspirado las protestas en la calle durante los últimos días: «Moción=corrupción». Mientras esperaban a que comenzara el pleno, corearon consignas como «Fuera corruptos de Gondomar» o «Que abran el corral», en referencia a la puerta trasera del escenario tras la cual esperaban ocultos los ediles de PP, PSOE y Move Gondomar.

El regidor saliente, Antonio Araúxo, fue recibido como un ídolo cuando apareció en el salón poco antes del mediodía y saludó con los brazos en alto entre aplausos y gritos de «¡alcalde!». Todavía al mando, ordenó que abrieran las puertas del auditorio para dejar pasar a decenas de vecinos que no pudieron entrar cuando se completó el aforo. Una espectacular pitada presidió el momento en el que los responsables de la moción tomaron asiento. Los socialistas lucían claveles en la solapa para mostrar su adhesión al partido a cuya espalda pactaron la censura, y del que fueron expulsados tras el pleno.

«Volverei para quedar»

A pesar del ruido ensordecedor, la secretaria municipal abrió la sesión, que estuvo presidida por la mesa de edad, compuesta por el concejal Manuel Núñez Sestelo, de Move Gondomar, y Natalia Salgueiro, del PP. Solo se hizo el silencio cuando tomó la palabra el alcalde censurado. «Volverei para quedar», fue el mensaje que Araúxo trasladó al público. La sesión duró 17 minutos y fue una de las más breves que se recuerdan. Los ediles del nuevo gobierno rechazaron intervenir. El flamante alcalde solo se acercó al micrófono para decir que no iba a entrar en discusiones y que «Gondomar non se merece este follón tantos días, imos empezar a traballar dunha vez por Gondomar».

Salieron por una de las puertas laterales del auditorio escoltados por la Guardia Civil. La Subdelegación del Gobierno envió una brigada antidisturbios, pero no fue necesaria su intervención porque la jornada transcurrió sin incidentes. Finalizado el pleno, más de un millar de manifestantes se marcharon hasta la plaza del Concello. Allí, y tras tomar durante quince minutos el consistorio, quedaron en concentrarse los primeros sábados de cada mes porque «mentres haxa corrupción en Gondomar, non nos podemos calar».