La resolución fija regímenes para los períodos de Navidad, Semana Santa y vacaciones de verano, y determina, como suele ser habitual, que los menores puedan comunicarse libremente con el otro progenitor cuando estén con alguno de los dos. Fundamenta su decisión de atribuir el domicilio familiar al hombre en el hecho que la mujer no tendrá problemas de residencia al haber iniciado una nueva relación sentimental con alguien que dispone de casa. La última parte del fallo incluye el régimen económico del divorcio: la ex mujer deberá entregar 120 euros al que fue su marido.