El dueño de Malvar y Ferroatlántica factura en Galicia más de 300 millones de euros. El empresario pide 895 millones por una mina de cuarzo que compró por menos de 60
13 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.Juan Miguel Villar Mir (Madrid, 1931) lleva más de 15 años comprando empresas en Galicia, donde ha logrado reunir un imperio industrial que le reporta más de 40 millones de euros anuales en beneficios netos y unos 300 millones de volumen de negocio. Ferroatlántica, los saltos del Xallas, Construcciones J. Malvar, Cuarzos Industriales o la Mina Serrabal son sus principales adquisiciones. Todas ellas polémicas, porque Villar Mir es uno de los hombres de negocios que mejor se maneja en ese tipo de situaciones. Su imperio en España incluye más de una decena de compañías compradas en suspensión de pagos (Obrascón, Fertiberia, Huarte...). «Llevo más de 30 años presidiendo sociedades, comprando empresas en graves dificultades y jamás he hecho un expediente de regulación de empleo. Todas han salido adelante», aseguró en 1999 tras comprar la constructora pontevedresa Malvar, entonces en suspensión de pagos. Hoy Malvar está integrada en su grupo constructor OHL, ha adelgazado al mínimo su personal y ha perdido peso en la construcción gallega. Sus operaciones más célebres son así. Hace tres años se llevó 60 millones de euros por entrar y salir de Hidrocantábrico después de que Rodrigo Rato vetara la fusión con Unión Fenosa. También fue, como vicepresidente económico del Real Madrid, el primero en proponer una operación inmobiliaria (la venta de la esquina del Bernabéu) para sacar al club de la quiebra. Juan Miguel Villar Mir sabe negociar igual con los kuwaitíes de KIO -para quedarse una parte de Ercros-que pagar a las mariscadoras de la Costa da Morte por limpiar el litoral de Ferroatlántica. Perfil Villar Mir es un ingeniero de Caminos que, tras varios cargos públicos, dio su gran salto político cuando, un mes después de la muerte de Franco, Arias Navarro lo llamó para ser ministro de Economía. En aquel Gobierno coincidió con Fraga, ministro de Gobernación e Interior, con quien desde entonces le une una estrecha relación. Con la llegada de la democracia, el ex ministro de Economía se lanzó de lleno al mundo de los negocios. Montó la Inmobiliaria Espacio y, con ella, compró Obrascón (1987), Carburos Metálicos (1992), Fertiberia (1995), Huarte (1996) y una larguísima lista de compañías al borde del cierre. Su grupo factura hoy más de 1.500 millones de euros y gana, después de impuestos, unos 120 millones. La historia de la mina de Serrabal, por la que Villar Mir pide ahora 895 millones de euros, arranca en 1992. La mina Mario Conde había vendido Carburos Metálicos a Air Products, y Villar Mir logró recomprarla con un crédito del propio Banesto. La operación dio a Villar Mir un 33% de la gestión de la mina. Siete años después, en otra polémica operación (que incluye pleitos judiciales), el ex ministro logró que la Xunta le otorgase el 100% de la explotación. Fuentes de Erimsa calculan que Villar Mir pagó entre 6 y 60 millones por la mejor mina de cuarzo de Europa. Ahora amenaza con cambiar el curso del AVE gallego.