París de Noia, el riguroso directo

GALICIA

Qué calor. Al ladito de una piscina y sin un mísero árbol bajo el que refrescarse. Ni un banco donde tomar asiento. Pero qué calor. Los músicos ya están sudando y ni siquiera han empezado. Mucho cemento en O Milladoiro. Los edificios son tan jóvenes y hay tantos por estrenar que aquí nadie se acuerda del factor humano, que lo importante es el factor humano, que lo dijo un viejito el otro día en Herbón.

07 ago 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

La berlinaza del jefe de la orquesta hace las veces de banco público. Enfrente, doce músicos de jazz. Es un decir. El verano ya llegó, ya llegó, ya llegó; y yo sigo aquí, esperándote; y aunque parezca mentira, me pongo colorada, cuando me miras, cuando me miras, me pongo coloraaaaaaada. Esto se oía en marzo en el programa del Sardá, pero el verano ya llegó, ya llegó, ya llegó. Y eso es impepinable. La París de Noia tiene contratos para el 2004, toca en riguroso directo y va por ahí con 100.000 watios de sonido al aire. , dice el jefe. Y tanto. El público de pasodoble ya no baila. Cruza los brazos y hace lo que puede: mirar. Pacien~~cia. En invierno, cuando vuelva el listísimo de la tele, se desquitarán en las cenas baile con la París de Noia sólo para ellos. Las fans de las orquestas existen. Van de pueblo en pueblo en busca del trompetista guapo. Como cuando Pucho. Como en el 57, cuando la París de Noia nació. Pero en el 2001 ni se acuerdan de los Tamara. Ahora sus músicos oyen jazz. Es lo que dicen. Increíble. Uno anduvo con los Filloa Express, otro tocó con Compay y el resto tres cuartos de lo mismo. Musicazos y una voz poderosa la de Pepi. Trabajan todos los días, van en furgoneta con sus pelis y sus chistes, llegan a la plaza, uno, dos, uno dos, probando, probando, cena comunal y, ya, listos para salir. Salen y arrasan. Merecen la fama. Pero insisten tanto en que es un trabajo más, que hay una familia que mantener, que es tan duro...