Dentro de «El Padrino»

FUGAS

-

La serie «The Offer», pendiente de estrenar en España, recrea las sabrosas peripecias que rodearon el rodaje de la mejor película de la historia

21 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Igual nunca se dio cuenta, pero en todo el metraje de la primera parte de El Padrino, no se pronuncia ni una sola vez la palabra mafia. Puede que tampoco oyera nunca que la icónica imagen de Vito Corleone enfundado en un esmoquin y acariciando a un gato en su despacho fue algo improvisado: a Marlon Brando le pareció apropiada la compañía felina y rescató uno en un callejón cercano para presentarse con él en el set de rodaje. Coppola no supo qué decir, pero se dio cuenta de que la escena funcionaba mucho mejor con el gato, que pasó del mísero anonimato de una esquina neoyorquina a la Historia del Cine, así, con mayúsculas. Son solo dos pequeños ejemplos de las sabrosísimas historias que atesora Al Ruddy, productor de la legendaria película y con cuyas memorias se ha construido la no menos deliciosa The Offer, una serie de diez capítulos producida y emitida por la propia Paramount a través de su canal Paramount+ pero que, tristemente, todavía no está claro cuándo llegará a España. Lo más probable es que lo haga en los próximos meses dentro del catálogo de la nueva plataforma SkyShowtime, pero lo cierto es no hay nada definitivo.

-

Sin duda, The Offer será uno de los principales reclamos de esta nueva plataforma, ya que sus creadores han conseguido un producto cautivador que relata con una eficacia indiscutible la complejidad que supone elaborar una película. Pero es que, entre todas las películas, el proceso que se narra es el de la mejor que se ha rodado. Al menos, según el criterio más extendido. El relato, que corre a cargo de Al Ruddy (y se nota), arranca con el pobre Mario Puzo agobiado por las deudas y buscando una idea que lo saque de la miseria. Y la idea fue evolucionar la típica historia de gánsteres hacia un relato universal sobre la familia y el sueño americano. El público lo abrazó enseguida. Y Hollywood, detrás. Pero entre tener una gran historia y disponer de una gran película, ocurren muchas cosas, y todo ese conjunto de peripecias constituyen los diez capítulos de The Offer. Desde la tormentosa redacción del guion a cuatro manos entre el propio Puzo y Coppola, a la dificultad que supuso arañar cada dólar del presupuesto, pese a que todos los implicados sabían desde el primer momento que trabajaban con un caballo ganador. Y hay que pedir perdón por la metáfora tratándose de El Padrino, porque también averiguaremos algo sobre la famosa cabeza que aparece en la cama del malvado productor Jack Woltz.

Entre todas esas desventuras, la principal fue la oposición frontal de la mafia a que Hollywood retratara sus miserias. Desde el propio Frank Sinatra, que enseguida se vio retratado en las páginas de la novela y presionó cuanto pudo para evitar el rodaje. No lo consiguió. Y la serie detalla por qué.

-

Hay que llamar la atención sobre la caracterización de algunos personajes. El discutido Al Pacino, que interpreta Anthony Ippolito, el maravilloso Brando que crea Justin Chambers o el increíble Robert Evans, interpretado por un Matthew Goode en estado de gracia, que compone un personaje embriagador, alma pura del cine de Hollywood. El papel principal, sin embargo, descansa sobre Miles Teller, el joven aprendiz batería de Whiplash que no siempre elige bien los proyectos, pero que esta vez sí lo hizo.

En The Offer descubriremos la pasión de Coppola, sus visiones y sus compromisos; la avaricia de los ejecutivos, el contrapeso económico a la fábula creativa, una batalla que se libra en cada capítulo de una serie imprescindible para los aficionados al cine. Michael Tolkin, el creador de The Offer, ha conseguido además un producto que busca recrear la atmósfera de la mítica película en muchas de sus escenas, donde reconoceremos escenarios emblemáticos, desde la villa de los Corleone al retrete donde fue escondida la pistola que acabó con Sollozzo y McCluskey. Y si están buscando un pero a esta serie, lo siento, pero no lo encontrarán en esta crónica, firmada por un fan totalmente subyugado.