«La asistenta»: la pesadilla americana

FUGAS

13 oct 2021 . Actualizado a las 21:54 h.

El libro es mejor, como casi siempre. Y dejando esto claro, vamos a hablar de la nueva serie que Netflix ha estrenado con el mes de octubre: La asistenta. Diez episodios de una hora que recrean de manera libre la historia que Stephanie Land contó en primera persona en su novela Maid, que el 25 de octubre presenta en castellano la editorial Capitan Swing bajo el título de Criada.

Una trama que narra las dificultades de una joven inteligente, empática y madre soltera estadounidense que se gana la vida como limpiadora de casas y que lucha por abandonar su estatus de basura blanca (nombre despectivo que reciben en Estados Unidos los que sobrevives gracias a subvenciones gubernamentales y cupones de comida) y darle una mejor vida a su hija. En los papeles protagonistas una madre y una hija, que también lo son en la vida real: Andie MacDowell y Margaret Qualley. Ellas son Paula (bipolar y egoísta) y Alex, hija sacrificada que asume la enorme carga de su madre, mientras trata de salir a flote con su pequeña Maddy . En el contrapunto masculino, Sean (Nick Robinson), padre de la pequeña, y el abuelo, Hank (Billy Burke), ambos con problemas de alcoholismo y violencia. Todo un dramón.

Pero no, no te asustes. La originalidad de la historia está en la relación que Alex establece con las viviendas que va a limpiar y sus propietarios. La serie, y más todavía la novela, ofrece un enfoque diferente de la profesión de limpiadora que ilumina muchos aspectos de esa realidad diaria que normalmente quedan fuera de nuestra vista y también de nuestra conciencia. Hay una casa del amor, otra del porno, también está la triste, la del ladrón fugado y la del chef... Y por supuesto que hay mucha suciedad, malos olores y ganas de vomitar. No va a ser todo tan poético.

El conjunto ofrece un cuadro realista de lo que es ser pobre en Estados Unidos. Pero pobre de verdad. Y lo difícil que resulta salir de esa pesadilla americana. Todo ello orquestado por el buen hacer de Molly Smith Metzler (guionista, entre otras, de Shameless y Orange is the New Black) y bajo la producción de la actriz Margot Robbie a través de su compañía Luckychap Entertainment.

Diez capítulos que se devoran en un largo fin de semana. Y que dejan ganas, muchas ganas, de hacerse con la novela, que, como ya dije, siempre es mejor.