El rapero que triunfa con su estriptis en tacones

FUGAS

Lil Nas X se ha convertido en un símbolo queer tras pulverizar todos los récords

07 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Todos le dijeron a un joven de 19 años que acababa de escapar del punto más bajo de su vida que nunca volvería a tener un hit. Le dijisteis que se detuviera mientras iba por delante. Podría haberse rendido. Pero cuatro canciones multiplatino y dos números uno después, todavía está aquí. Gracias a mi equipo y a mis fans». Así se expresó Lil Nas X tras lograr el número uno de la Lista Billboard con Montero (Calle Me By Your Name). El videoclip de la canción, que supera los 100 millones de visualizaciones, dio la vuelta al mundo. No todos los días se ve a un rapero queer descendiendo a los infiernos en una barra de estriptis calzando unas botas de tacón para seducir al diablo.

Depravado y malvado. Así calificó la derecha religiosa estadounidense el último éxito del artista, todo un canto a la homosexualidad con tintes satánicos. «Quiero que tus lágrimas llenen mi copa Grammy», respondió él pronosticando el premio para su segundo petardazo tras Old Town Road. Efectivamente, el título de la canción no es casual y despeja las sospechas. Lil se inspiró en la película Call Me by Your Name, que narra una historia de amor entre dos hombres.

También Montero tiene su explicación. Nacido en 1999 en Atlanta (Georgia), de padre británico y madre dominicana, el rapero fue bautizado como Montero Lamar Hill, un homenaje al Mitsubishi Montero que sus padres siempre soñaron y nunca pudieron tener. El divorcio de ambos cuando él tan solo tenía 6 años lo marcó. Vivió entre ambos hogares hasta que cumplió los 9 y se mudó con su padre a un pueblo de las afueras. «Si hubiera crecido en Atlanta, probablemente me habría juntado con la gente menos adecuada», dice ahora.

La letra de la canción que agitó al sector estadounidense más conservador y pulverizó todos los récords supone una auténtica declaración de intenciones: «En la vida, escondemos las partes de nosotros mismos que no queremos que el mundo vea. Los encerramos. Les decimos que no. Los golpeamos. Pero aquí no lo hacemos. Bienvenidos a Montero».

¿Pero quién es Lil Nas X y qué pretende en realidad con ese alarde kitsch en el que acaba pervirtiéndose? «Quiero que los niños que crecen sintiendo estos sentimientos sepan que son parte de la comunidad LGBTQ, que están bien y que no tienen que odiarse a sí mismos», indicó. Ese activismo tiene mucho que ver con el niño que fue.

«Crecí en un hogar bastante religioso, y para mí, se basaba en el miedo», confiesa el artista, que rompe ahora barreras luchando contra la hipermasculinidad y la homofobia a menudo perpetuadas en la cultura negra y en el mundo del rap. Ahora se habla de un remix con Rihanna y Bad Bunny, y de sus zapatillas satánicas con una gota de sangre humana por las que ya le ha denunciado Nike. El revuelo que despierta cada uno de sus movimientos es similar a las estratosféricas cifras que está alcanzando su alegoría de la libertad. Unos 10 millones de visionados cada día de media. En Spotify, ya ha superado los 95 millones de reproducciones. No está mal para un chaval que empezó a hacer música hace tres años «por puro aburrimiento».

Hoy ocupa el trono del cantante más polémico del mundo y lanza un mensaje a quienes lo condenan: «Pasé toda mi adolescencia odiándome a mí mismo por la mierda que todos ustedes predicaron que me pasaría por ser gay. Así que espero que estés enojado, mantente enojado, siente la misma ira que enseñas».