¿Qué música escuchan ahora los locos?

FUGAS

GUSTAVO RIVAS

El Canto del Loco ofreció su último concierto hace diez años, pero sus fans continúan esperando el reencuentro de una banda que marcó a toda una generación

21 ago 2019 . Actualizado a las 00:20 h.

«Ya nada volverá a ser como antes», porque aunque no te lo creas ya han pasado diez años desde la última gira de El Canto del Loco y eso significa también que los Millennials ya no somos tan jóvenes. La banda se despidió por todo lo alto en un tour que, por supuesto, pasó por Galicia y en el que, a pesar de que en la gira nadie sabía que la formación diría adiós, cada concierto se vivió como si fuera el último. Porque sus directos eran pura adrenalina. La pregunta que todos los fans se hacen es si algún día volverán y, a pesar de que de momento no parece posible, quizá les entre la nostalgia con este artículo y decidan volver a regalarnos conciertos como aquellos. Por nosotros que no sea.

Quién le iba a decir a esos chavales que su banda llegaría a llenar el Vicente Calderón, el estadio de amores del cantante Dani Martín en donde vivieron una de sus noches más gloriosas junto a uno de sus grupos favoritos, Hombres G. Los que por aquel entonces veíamos la gira conjunta de estas dos formaciones como una oportunidad para que los de David Summers revivieran la gloria del pasado junto a la formación del momento, hoy ansiamos que El Canto vuelva a los escenarios de cualquier forma. Porque si lo hace acompañada de la banda que más triunfa en la actualidad estaríamos encantados, pero ¿existe algo similar? ¿Quién llenó el hueco que ellos dejaron en la música española?

Un éxito «insoportable»

Puede ser que con la edad llegue el síndrome de que todo tiempo pasado fue mejor, pero analizando el panorama no es fácil encontrar a un grupo que haya conseguido lo que lograron los autores de hits como Eres un canalla, A contracorriente, Foto en blanco y negro o Eres tonto. Y podríamos llenar la página solo con títulos de sus canciones, porque éxitos tienen para dar y tomar. Prueba de ello es que a lo largo de su trayectoria [estuvieron en activo desde su formación en 1994 hasta el 2009] abarrotaron todos los auditorios por los que pasaron del mismo modo que antes que ellos lo hicieron Hombres G y en la misma época lo lograron Estopa o La oreja de Van Gogh. Sin embargo, hoy por hoy, pese al éxito de bandas como Vetusta Morla, Izal o Taburete, apostar por un solo nombre es difícil. Debe de ser verdad eso que cantaban de que El Canto del loco tiene algo que tú no tenías y que con su desaparición hemos perdido.

No sabemos si fue por sus letras, mucho más profundas de lo que sus haters piensan, claro que ellos no pasaron de escuchar el estribillo de las canciones más rebeldes como La madre de José, Eres tonto o Zapatillas, pero hasta ese hit tenía un mensaje claro, un no al postureo que se ha convertido en el himno de toda una generación. Quizá ahí esté la clave, en que David Otero, Dani Martín, Chema Ruiz y Jandro Velázquez [que precisamente abandonó la banda en el medio de su última gira] eran auténticos, una cualidad que está en peligro de extinción. Quizá por eso no haya ningún grupo nacional al que los adolescentes sigan con ese fervor con el que los que hoy estamos en la treintena seguíamos a El Canto. Nos volvíamos locos por escuchar sus nuevas canciones, acudir a sus firmas de discos y saltar en sus conciertos como si no hubiera un mañana. Que sí, que hoy también hay grupos que triunfan, pero esa histeria colectiva que generaron los chicos de El Canto solo es comparable a la que consiguieron fenómenos como el programa Operación Triunfo o al que en este momento desata la cantante Rosalía. Porque los chicos de Insoportable lo eran, para bien y para mal. Auténticos como los tatuajes que Dani Martín se hizo en esa época en la que lucía la palabra niñato en su antebrazo y que ahora oculta tras una flecha negra. Pero él sigue siendo el mismo y lo dejó claro en su último concierto en Galicia. Sin embargo, para los fans no es suficiente. Queremos más, y ese más es la vuelta de la banda que nos hizo soñar.

Como Dani, en esa época quizá todos éramos un poco niñatos, ¿quién no lo es en algún momento? Pero crecimos y maduramos con sus letras. Los descubrimos con pequeñita y superamos esos temores de los que la banda nos alertó en y si el miedo para seguir a contracorriente. Buscamos el amor perfecto en son sueños, mientras otros fantasearon con la madre de José. Ahora tenemos claro que ya nada volverá a ser como antes, pero desearíamos volver a disfrutar como lo hacíamos con ellos. Porque El Canto, lejos de desaparecer, al separarse y abandonar la fiesta mientras todavía quedaba gente en ella nos ha dejado con ganas de bailar más. Y lo seguimos haciendo en casa o en el coche cada vez que suena alguna de sus canciones, entonces retrocedemos por unos minutos a esos conciertos y nos sentimos como cuando una mira una foto en blanco y negro de un recuerdo pasado: felices.

De momento, mantenemos la esperanza de que los chicos que se inspiraron para el nombre de su banda en un tema de Radio Futura, El canto del gallo, volverán. Y si no, siempre nos quedarán sus temas, Porque, como ellos decían, al final lo único que queda son las canciones.