El Cuarteto de Nos trae de Uruguay su rock irónico y original

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05 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Recuerda perfectamente su anterior visita a Galicia. «Fue en Vigo, en el Club La Fábrica de Chocolate, un lugar muy roquero con mucho calor humano», dice Roberto Musso, líder de los uruguayos El Cuarteto de Nos. Ahora vuelven al Portamérica (actúan esta noche a las 0.30 horas), con la sensación de que se ha estrechado la distancia entre España y América Latina. «Vamos y más del 90% de la gente que nos viene a ver es española, no emigrantes uruguayos», precisa. Y todo ello con la nueva centralidad que toma lo latino: «Si se mira cuantitativamente, ha tomado un gran protagonismo en los medios. Lo mainstream es mayoritariamente latino y antes era el revés».

Su caso es diferente. El Cuarteto de Nos, una institución de la música alternativa uruguaya en funcionamiento desde los ochenta, se mueve en el lado rock con una pluma muy precisa. «Leo mucho y me encantan las infinitas posibilidades que ofrece el español», señala. En eso tiene un punto en común con un compatriota como Jorge Drexler, por su manera casi quirúrgica de tratar el lenguaje e introducir vocabulario no usual en la música pop. Escuchándolo, parece que cada palabra es un tornillo concreto que hay que colocar para que funcione un circuito y que de otra manera no lo haría. «Es tal cual como lo dices -refrenda-. A veces me pregunto por qué una palabra no puede estar en una canción de formato pop y hago todo lo posible para que aparezca. Es pura ingenieríaliteraria».

Ahí se combina chispa y lectura social. Un ejemplo es Punta Cana, su último single, una oda a la falsa felicidad. «Es el adelanto del nuevo disco y tiene un ritmo circense medio burlón. Quería que condensase esa envidia de lo que tiene el vecino, cuando ves que uno mejora su estatus y no sabes el porqué. Siempre se tiende a pensar que ello se logró de manera oscura», explica el cantante que considera la parte humorística fundamental en la banda: «Ha estado siempre presente en nuestra historia y ha ido mutando. En los noventa era más directo y negro. Ahora, más irónico y sarcástico».