Julia Navarro: «Cuando empiezo a escribir no le cuento el tema a nadie»

VIRGINIA MADRID

FUGAS

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En «Tú no matarás» la autora retrata una historia sobre la culpa y la venganza en los años cuarenta. «La conciencia es una carga muy difícil de llevar», asegura

07 jun 2019 . Actualizado a las 11:22 h.

Es tímida, huye de los halagos y vive el éxito desde la sencillez y la naturalidad. Habla lento y pausado, desprende mucha calma y paciencia, y es una gran conversadora. Julia Navarro (Madrid, 1953) nos recibe cercana y atenta, para charlar sobre su novela Tú no matarás, una historia sobre la culpa y la venganza ambientada en los apasionantes años cuarenta del siglo XX, donde rinde un homenaje a los exiliados y a los libros. «Con cada nueva novela empiezo desde cero. No importa lo que hayan gustado las anteriores, te la juegas con cada libro. El éxito anterior no significa nada. Deseo que la novela les llegue al alma y les deje huella», dice la escritora.

­-Protagonizada por tres jóvenes, Fernando, Catalina y Eulogio, «Tú no matarás» es una historia que transcurre entre Alejandría, Francia y el Madrid de la posguerra, los años cuarenta. ¿Por qué te atrae tanto este momento de la historia del mundo?

-Es un siglo que a mí me apasiona novelar; todas mis novelas transcurren en esa época. Como hago novelas de personajes, este tipo de escenarios del siglo XX me permiten hacer que aflore lo peor y lo mejor del ser humano. España recién terminada la Guerra Civil era esa España que cuando yo estaba escribiendo veía todo en blanco y negro, y el escenario de la Segunda Guerra Mundial, concretado aquí en Alejandría, que era una ciudad cosmopolita en esos años cuarenta, un punto de reunión de espías, vividores, diplomáticos y militares. Y París, porque representa el final del exilio. Sitúo a mis personajes en ese escenario político social y desde ahí narro sus vivencias. Al final, todos somos hijos de nuestro tiempo.

­-Has contado que esta es una historia de perdedores con la culpa y la venganza como telón de fondo.

-Sí. La conciencia es una carga muy difícil de llevar y siempre está presente en todas mis historias. Es la necesidad de viajar a lo que somos, a la raíz del hombre, sobre cómo actuamos y nos comportamos en momentos complicados, ahí sale el verdadero yo. Ese es el gran misterio de cada persona y el que marca su destino.

­-Tus personajes parecen de carne y hueso. Hay momentos en que los lectores podemos sentir su alegría, su tristeza o incluso su desarraigo. ¿Cuánto de ti o de tu vida hay en ellos?

-Son míos, pero procuro alejarme de ellos, porque prefiero que tengan vida propia. Trabajo mucho la construcción de los personajes, quiero que tengan alma, que sientan, que sufran a través de mis páginas. Me paso meses construyendo sus vidas y personalidades. No me gustan que sean lineales, no hay buenos ni malos, porque todos tenemos claro oscuros. Es una labor compleja, porque hay personajes con los que no me siento cómoda y me provocan incluso dolor.

­-Empezaste a escribir esta historia en el 2013, pero la tuviste que aparcar hasta el 2016. ¿Por qué?

-Cuando comienzo con una nueva historia, me paso meses pensando la trama y los personajes, lo que quiero contar. Fue entonces, cuando descubrí que iban a ser tres libros en uno. La primera parte, que aborda la Guerra Civil y la posguerra, me provocó gran dolor y me quedé exhausta, porque empaticé mucho con los personajes. La retomé en el 2016 y la terminé en el 2018. Al final, me ha llevado casi tres años y medio.

­-¿Escribir es para ti un trabajo o ya se ha convertido en una afición apasionante?

-Escribir es un trabajo que me apasiona, pero es un trabajo muy exigente, sobre todo por respeto a mis lectores. Escribo todos los días, sobre unas ocho horas al día, porque soy muy ordenada y disciplinada, pero hay días que me voy a la cama y no estoy satisfecha con lo que he narrado y me despierto dándole vueltas. Escribo historias, como las que me gustan y me interesan leer. Eso sí, nunca releo mis libros.

­-Tus títulos son muy potentes y contundentes. ¿Los tienes claros desde el principio o surgen una vez terminada la novela?

-Los veo siempre muy pronto. Quiero que sean un resumen de lo que voy a contar en esa novela. En este caso, quería que se centrara en el peso de la conciencia.

­-¿Quién es la primera persona que lee tu novela una vez terminada?

-Mi marido. Él la lee y me cuenta su opinión y mi hijo la lee, pero una vez publicada. Cuando comienzo a escribir, no le cuento a nadie, ni a mi editor, el tema o la trama sobre mi nueva historia.

­-Hace catorce años desde que publicaste tu primera novela y no has dejado de cosechar grandes éxitos con voluminosas historias como «Dime quién soy», «Dispara yo ya estoy muerto» o «Historia de un canalla». ¿Cómo ha cambiado el éxito tu vida?

-Mi vida no ha cambiado, porque sigo viviendo y haciendo las mismas cosas que antes. Mi vida sigue girando en torno a la escritura, mi familia y mis amigos que son imprescindibles para mí, y también necesito mis momentos de soledad. Soy bastante tímida y huyo de los halagos. Pero agradezco mucho las cariñosas palabras de los lectores, porque aprendo mucho de sus reflexiones e incluso descubren aspectos de mis personajes que para mí pasaron desapercibidos.

­-Cuando echas la vista atrás…

-No soy de mirar atrás. Tengo tanta curiosidad sobre el mañana que me encantaría viajar al siglo que viene o descubrir cómo será la sociedad del año 4000, pero, como no tenemos poder sobre el pasado, no soy nostálgica y no me detengo en lo pasado ni en lo vivido.

­-¿Qué te llena de alegría y bienestar?

-Mi familia y mis amigos, no entiendo la vida sin ellos, son fundamentales. Además, me entusiasman la lectura y la música, no veo la televisión.

­-¿Ya desde niña te gustaba viajar entre las páginas de los libros?

-Me encantaba. Me enseñó a leer mi abuela materna, Teresa. Ella cosía y yo leía y leía si parar. Recuerdo leer de cría desde La damas de las camelias hasta las novelas de las hermanas Brontë. La afición a la lectura se la debo a mi abuela y se lo agradezco infinitamente. A ella le debo esta pasión irrefrenable.

«tú no matarás»

julia navarro

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