Lucas, él sí que es de otra galaxia

FUGAS

Chris Pizzello

Uno de los biógrafos más importantes de Estados Unidos, Brian Jay Jones, publica un trabajo de casi setecientas páginas en el que proyecta la película de la vida de George Lucas, el rey Midas de Hollywood, el hombre que convirtió el cine en un espectáculo... y en un gran negocio

29 dic 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

Mientras las taquillas de los cines de todo el planeta echan humo con el estreno de Star Wars: Los últimos Jedis, un megalibro (662 páginas) de Brian Jay Jones, bajo el sobrio título George Lucas, una vida (Reservoir Books) se detiene hasta en las huellas más borrosas de un hombre que, antes de vender por cuatro mil millones de dólares a Disney los derechos de Star Wars, metió al cine moderno en un viaje hacia otra galaxia... que ahora ya no es tan lejana. No es la de Jay Jones una biografía autorizada, pero su prestigio como autor de algunos de los trabajos de este género más importantes de Estados Unidos representa un gran aval. Y, en cualquier caso, por el libro desfilan suficientes personajes cercanos a Lucas para darle crédito suficiente a un libro para el que el autor dedicó cientos de horas de revisión de entrevistas -algunas inéditas- que se le habían hecho al cineasta y que, en palabras del propio escritor, escondían tantas sorpresas que le obligaron constantemente a replantear incluso capítulos completos.

Si hay algo que queda claro tras la lectura de George Lucas, una vida es que la del protagonista gira en torno a una palabra: control. Control de su vida particular, control de su vida profesional, siempre atado y todo atado... hasta el punto de que, durante el rodaje de La guerra de las galaxias (1976) Lucas sufrió numerosos episodios de ansiedad y, tras el the end, necesitó un buen período de descanso. Tal era su autoexigencia que ni siquiera acudió a la pequeña fiesta que él mismo había preparado para celebrar el final del trabajo, puesto que no había quedado demasiado satisfecho. Unas semanas más tarde, todos los cines de Estados Unidos registraban colas históricas ante sus puertas con motivo del estreno de la película. El libro comienza, precisamente, en aquellos días en los que se gestaba uno de los grandes filmes de todos los tiempos. R2D2 no funciona, porque se le han acabado las baterías. En realidad, hay un pequeño caos en el plató porque varios robots están descontrolados y chocan entre sí. Pero es solo el arranque. Brian Jay Jones tarda solo unas páginas en viajar en el tiempo hasta los años cuarenta, a los primeros pasos de este californiano de cuarta generación cuyos antepasados, procedentes de la América profunda, se instalaron en el soleado estado del suroeste tras la Guerra de la Independencia. Por el libro van desfilando entonces esos personajes y esas vivencias que van marcando el especial carácter de un chaval algo enclenque destinado a hacer historia. Uno de aquellos, como suele suceder en tantas biografías, es la del padre. Esa figura autoritaria y en ocasiones despreciativa hacia las iniciativas del hijo que lleva a pensar que el papel desempeñado por Sean Connery en Indiana Jones y la última cruzada, como padre de Indy, y aquel apodo de Júnior con el que denominaba al avezado aventurero, tiene mucho que ver con las experiencias familiares de Lucas en su infancia y primera juventud.

DOS VISIONES OPUESTAS

La gran relación con Francis Ford Coppola, productor de sus dos primeras películas (THX 1138 y American Graffiti) es otro de los aspectos que más destaca Jay Jones en este libro. Y es que Coppola, que en alguna entrevista ha declarado que Lucas malgastó su tiempo con Star Wars, tenía -en opinión del autor- una forma muy distinta de ver el cine y el negocio. En el libro cuenta una anécdota en este sentido: en cierta ocasión le preguntaron a Coppola y a Lucas qué harían si le diesen un préstamo de dos billones de dólares: «Intentaría conseguir otros dos y construir una ciudad», dijo el autor de El Padrino. «Pues yo invertiría un billón y el otro lo dedicaría a construir una ciudad», respondió el hombre que supo ver, en su día, que el auténtico negocio de Star Wars y del cine-espectáculo en general, no estaba tanto en las taquillas como en el merchandising y otras operaciones relacionadas con el cine, pero más allá de la dirección o la producción, que son realmente las que han hecho a George Lucas de oro. Su sistema de sonido THX , los efectos especiales de Industrial Light & Magic y, en suma, la digitalización del cine están detrás de la visión empresarial del hombre que lo comenzó a cambiar todo a partir de El imperio contraataca: solo diez años después del estreno de esta película el 94 % de los cines de Estados Unidos estaban dotados de los sistemas digitales de audio y vídeo que él mismo había creado. Por algo le llaman el rey Midas.

AUTOR

BRIAN JAY JONES

EDITORIAL

RESERVOIR BOOK

662 PÁGINAS

23 EUROS