El glamur de Ute Lemper inundará mañana el Auditorio de Ferrol, donde esta artista de alma inquieta y vocación comprometida interpretará piezas del cabaré berlinés, tangos y temas de la «chanson francesa»
07 abr 2017 . Actualizado a las 11:06 h.Nacida en Múnich, pero afincada en Nueva York desde hace años, la gran diva del musical y del cabaré borda el repertorio alemán de entreguerras, pero también transita con pasmosa facilidad por el tango y la chanson francesa de Jacques Brel y Léo Ferré... Y hasta se ha atrevido con otros palos más arriesgados musicando la obra de Neruda o Bukowski. Mañana por la noche desplegará todo su talento sobre el escenario del Auditorio de Ferrol donde la artista alemana presentará una versión de su famoso espectáculo El último tango en Berlín.
-En su repertorio brillan las composiciones de Kurt Weill, Marlene Dietrich y Edith Piaf, entre otros muchos. ¿Qué tiene estos artistas del pasado que siguen fascinando hoy en día?
-Weill es un clásico que nunca pasará de moda. Creo que su trabajo siempre será representado y observado como un tipo de teatro histórico, popular y único por su gran impacto político-social. ¿Y qué decir de Marlene Dietrich y Edith Piaf? Son figuras históricas de la gran canción. Ambas vivieron y cantaron historias de amor y guerra y para mí es maravilloso homenajearlas.
-Marlene Dietrich se interesó por usted e incluso la telefoneó. ¿Qué recuerda de aquella llamada?
-Fue en 1989. Yo vivía en París y Marlene había oído hablar de mi actuación en el musical Cabaret de Jérôme Savary. Para mí, fue un honor poder escuchar sus historias. Me habló de Alemania y de su complicada relación con el país... ¡Y hasta me recitó poemas de Rilke! La conservación con ella fue como un mensaje llegado otro mundo.
-Como la Dietrich, usted también ha tenido una relación difícil con su país. ¿Se ha reconciliado ya con Alemania?
-Hace ya tiempo que lo he hecho. Y no solo eso, sino que amo Alemania.
-Sin embargo, usted ya se siente neoyorquina. ¿Cómo ha sentado allí la victoria de Donald Trump?
-Estamos en shock y muy asustados por los pasos atrás que se están dando en las políticas de migración, medio ambiente, derechos de la mujer, religión... Realmente es muy preocupante.
-¿Qué es ser artista para usted?
-En Estados Unidos la cultura está muy limitada a lo comercial, mientras que en Europa está más centrada en la realidad y refleja los conflictos, pero la conexión con la literatura se ha desvanecido. Yo vivo en mi pequeño dominio. No es para nada una empresa comercial, sino un acto de amor, pero sobrevivo y me siento bendecida por la trayectoria que he tenido.
-Este año cumple 54. ¿Cómo vive ahora su carrera?
-Desde luego la conciencia cambia con los años. Mi cuerpo está más cansado, pero mi mente está más despierta y se ha abierto de forma espectacular.