«Terminaremos haciendo shows como los del Circo del Sol»

FUGAS

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Están sumidos en una maratoniana gira mundial en la que han encontrado un hueco para pasar por España y, más concretamente, por A Coruña, para regocijo y celebración de Carlos Marín, la voz española de Il Divo

10 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Quien acuda al concierto de Il Divo en el Coliseo coruñés que se vaya olvidando de la pajarita y el zapato de tacón. Será mejor que acuda con calzado cómodo y disposición para el baile, porque el cuarteto trae un espectáculo basado en música latina en el que resulta imposible no mover los pies, según asegura una de sus voces, Carlos Marín.

-Il Divo se pasa a la salsa. De entrada, choca.

-Somos un Il Divo renovado, con bailarines. Y nosotros además de cantar tocamos instrumentos y cada uno interpretamos una canción en solitario, además de bailar. Más que un espectáculo de Il Divo va a parecer uno de Marc Anthony, porque tenemos desde rumbas hasta chachachá. Es realmente divertido. De hecho, la intención bajo la que construimos este show era divertirnos.

-Estos aires latinos obedecen al repertorio de «Amor & Pasión», su último álbum.

-Sí, pero además a algunas canciones antiguas de los otros discos también les hemos dado una vuelta latina. Por ejemplo, Regresa a mí está ahora con un ritmo salsero que nadie se lo espera.

-Cuesta imaginar el «Nessun Dorma» a ritmo de salsa.

-¡No, no! El Nessun Dorma lo hemos respetado. Hay cosas que son intocables. Como New york, New York.

-¿Y cómo han tomado este cambio hacia lo latino por el mundo adelante?

-La reacción ha sido fantástica en todos los países, desde Japón a Alemania o Suiza. Todo el mundo de pie, bailando. Es más, precisamente en países tan alejados de nuestra cultura como Japón es donde la reacción fue más fuerte y positiva. Hay mucha pasión por la música latina, además de la fiebre que hay allí con el flamenco.

-¿No les imponía respeto meterse en el repertorio de artistas con una personalidad tan marcada como Julio Iglesias?

-Nos olvidamos de que es una versión, las interpretamos como si hubiesen sido compuestas para nosotros. Son canciones muy bien escritas, por lo que es muy fácil añadirles armonías, se hacen fáciles de cantar. Pero llevadas a nuestro terreno. Por eso no son comparables con las originales. Sobre todo con las de Julio Iglesias, del que soy gran admirador.

-También le hincan el diente al «Himno a la Alegría» de Miguel Ríos.

-Estábamos buscando un tema que pudiera acercarse a un área de ópera, un nuevo Nessun dorma. Y propuse esta versión de Miguel Ríos, llevada a un terreno más lírico. Aunque empezamos el tema muy pop, lo terminamos de un modo muy dramático.

-En este repertorio, como español, juega usted con ventaja.

-Está claro que yo me sabía todas las canciones, crecí con la música de Julio Iglesias. Juntamos casi trescientos temas de los que llegamos a grabar treinta. Y de esos escogimos once para el disco.

-¿Supone esto un punto de no retorno en los conciertos de Il Divo?

-Es un paso adelante enorme. A partir de ahora la gente no acudirá a ver a Il Divo para ver un concierto de cuatro tipos con una orquesta, serán espectáculos totales. Terminaremos haciendo algo como El Circo del Sol.

-En este año darán 160 conciertos por todo el mundo. ¿Cómo aguantan las voces?

-Pues apretando el culo, hablando claro. Las características vocales son especialmente exigentes, es casi como cantar una ópera. Pero somos cuatro, y adonde no llega uno le ayudan los otros. Eso funciona gracias a la complicidad que hemos desarrollado en todos estos años.

-Y habrá que cuidar la voz.

-No me cuido tanto. Ni fumo ni bebo, pero sí que salgo a divertirme. Soy el único divorciado del grupo, así que puedo permitírmelo. Y como no dejan fumar en los bares, pues mejor. Pero no me verás con una bufanda si hace calor.

A CORUÑA • Hoy • Coliseo, 22 horas • Entradas entre 42 y 80 euros.