El carballés vuelve al Teatro Colón con «Antología sin filtro», un espectáculo en el que revisa sus mejores monólogos
18 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Teatro Colón
Horario: 20.30 horas.
Entradas: Desde 10 euros.
Róber Bodegas (Carballo, 1982) está haciendo su particular greatest hits. «Sí, básicamente es lo que más gracia me hace a mí de mi repertorio. Una especie de selección egoísta de mi trabajo», resume. Se refiere a Antología sin filtro.
-¿Aún le siguen pidiendo los chistes de los yogures?
-Bueno, alguno echa de menos esas cosas. Creo que lo de los yogures va a estar siempre, es casi como un nombre mío. La verdad es que yo creo que ni lo echan de menos, pero sí siempre hay alguien que te viene y te dice: «Te faltó el chiste de Actimel». Pero es más como una manera de saludar que un petición.
-Dice que no se ha parado a pensar si molesta o no. ¿Sigue en plan punki de escenario?
-Bueno, yo en eso me guío mucho por los colegas. Uno te da un toque y piensas. Pero en mi cabeza es normal. Cosas que digo a alguna gente pueden sonarle groseras. Pero no me doy cuenta y prefiero no pararme mucho a pensar en ello.
-En la presentación asegura: «Me gusta tocar las pelotas». Es decir, hay intención.
-Sí, claro. El otro día en Carballo actué y un tío escribió que seguramente ni yo me creía lo que decía. Cuando digo que tiene que morirse el lince ibérico o que deseo que cuando una persona sea tonta más de tres veces se le ahogue son como bofetones para despertar. Se busca que la gente diga :«Hey, ¿pero qué está diciendo este tío?»
-Advierte que no vayan niños al espectáculo. ¿Por qué?
-Bueno, yo nunca he hecho un humor blanco. En mi segundo show contaba con todo detalle mi primer polvo. Cada padre que decida, pero los peques creo que no.
-Joaquín Reyes dice que cree en su propia autocensura respecto a los temas a tratar. ¿Usted tiene límites?
-Yo creo que se puede hacer humor con todo, si encuentras el enfoque correcto. Por ejemplo en mi familia ha muerto mucha gente en los últimos años y yo tengo un colega que tiene esa capacidad de hacer el chiste en la peor situación y que te rías. Hay gente que tiene la habilidad de saber enfocar cosas que preocupan con gracia. Cuando creo que la encuentro lo hago y si no me freno. Pero bueno, yo tengo cara de bueno y por eso se me pasan algunas cosas. Lo mismo lo dice otro con otra cara y no cuela.
-¿Se podría hacer un chiste del ébola?
-Tiene que haber alguno que se puede hacer. Quien lo consiga será un genio. Por supuesto no será ese humor negro y gratuito que se ve en Internet.