Insultos oficiales

FIRMAS

26 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Aún no repuesto del trance de ver a Abel Caballero convertido en un remedo de Cristóbal Montoro («El otro día me llamó por teléfono el presidente de un astillero y veo muchas posibilidades en el sector naval», vino a decir el visionario político en una nueva variante de los brotes verdes), me pregunto cómo interpretar la última Encuesta de Población Activa. Los datos dicen que en Vigo, en el último trimestre, el paro ha bajado en 3.300 personas. Y que ha sido, básicamente, gracias a las contrataciones de verano en el sector servicios. Pero las estadísticas oficiales solo sirven para disfrazar la realidad que se puede palpar en la calle.

Lo que no nos dice la EPA es por qué hay 3.000 cotizantes menos a la Seguridad Social. Da la impresión de que en esta ciudad se están creando cuatro puestos de trabajo cada día cuando lo que está ocurriendo de verdad es que cientos de jóvenes están emigrando para buscarse la vida, que cientos de personas ya pasan de sellar la cartilla en el INEM por hartazgo y desesperanza, que cientos de inmigrantes están regresando a sus países, que quien no se apunta a las chapuzas de la economía sumergida para comer vuelve a las aulas muy a su pesar para no tener la sensación de perder el tiempo...

La mejoría que buena parte de nuestros gobernantes se empeñan en vender no es cierta. Mientras sigamos esperando los contratos de Pemex, mientras Citroën no tenga que parar una semana para ahorrar costes, mientras siga creciendo el número de desempleados que no cobran ningún tipo de subsidio o mientras Afán no dé abasto para repartir bolsas de alimentos a familias necesitadas no podemos (no debemos) tragarnos las mentiras. Cada apelación a la salida del túnel de quienes ven la luz subidos al coche oficial es un insulto a esta generación perdida.

diego.perez@lavoz.es