Gallegos que doman el Naranjo

La Voz

FIRMAS

Un ceense y dos noieses consiguieron abrir una nueva ruta en la mítica montaña asturiana tras una escalada efectiva de 60 horas

09 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El amor por el alpinismo mueve montañas. O por lo menos acerca a los amantes de la escalada a los grandes macizos, aunque no es nada fácil. Hay que estar preparados físicamente y conocer sus paredes como la palma de la mano. Los noieses Ramón Figueira y Andrés Villar y el ceense Rubén Suárez se lo toman muy a pecho. Cuando tienen una oportunidad se lían las cuerdas a la espalda para trepar paredes imposibles. Sus retos y peripecias también tienen sus recompensas. Hace unos días regresaron de su última hazaña: volver a subir a uno de los míticos montes más importantes de los Picos de Europa, el Naranjo de Bulnes.

Y lo hicieron a lo grande. Consiguieron la apertura de una nueva y gran ruta de escalada. Fue sin duda, según Andrés Villar, la más compleja y difícil de la vertiente norte de la montaña, también conocida como Picu Urriellu, con 2.519 metros de altura, un símbolo del alpinismo nacional y también un referente a nivel mundial. Aunque no es la más alta de España, lo que hace destacar de esta enorme mole caliza son sus grandes paredes, únicas en Europa. Con solo mirarlas, impresionan.

Pero Andrés Villar las adora. Es el máximo aperturista del Naranjo. A lo largo de 30 años, ha conseguido llegar a la cima en más de trescientas ocasiones. La ruta que acaban de abrir no fue nada fácil. Los tres alpinistas llevaban dos temporadas intentándolo. A finales del mes pasado, por fin, lo lograron. Es la número dieciocho por todas sus vertientes.

Nuevos proyectos

El nuevo camino queda marcado para los aficionados que deseen seguir sus pasos. Ellos dejaron material para que otros lo puedan utilizar y aprovecharse de su gesta.

Para conseguir su objetivo, los deportistas tuvieron que estar tres días colgados en las paredes de la mítica montaña con más de sesenta horas de escalada efectiva.

Tras conseguir esta proeza, Villar, Suárez y Figueira ya están preparando sus mochilas para regresar a los montes asturianos. En sus proyectos está abrir nuevas rutas en el Naranjo en los dos próximos años. Quieren hacer subidas de extrema dificultad, pero el reto requiere más tiempo de permanencia en la montaña, más esfuerzo y entrenamiento para conseguirlo.

Villar asegura que subir al Naranjo es tanto o más complicado que hacer cumbre en el Himalaya. Y él lo sabe bien.