Cuando la realidad desaparece

tareixa taboada OURENSE

FIRMAS

MIGUEL VILLAR

06 may 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

La galería de arte Marisa Marimón realiza un recorrido por la obra de artistas contemporáneos de gran interés, en una exposición colectiva que es además, colección particular de la propia galería ya que los artistas han expuesto en la misma y en su mayor parte han asistido a ferias como Arco representados por la carismática galerista.

Los trabajos expuestos fueron realizados entre los años 90 y principios de 2000 y se podrán visitar hasta el 30 de junio, pudiendo disfrutar de obras como Proyectos5 realizada por Alberto Datas, referente para muchos artistas contemporáneos. Especialmente los que formaron la generación Atlántica de la Galicia de los 80, como Lamazares o Leiro y que podría considerarse uno de los artistas gallegos más importantes de la segunda mitad del XX, con la eterna dialéctica abstracción-figuración, del «magma» abigarrado y caótico de una pintura all over, descentrada y cambiante, el horror vacui, dolor, euforia y el silencio del vacío asfixiante sobre un blanco que neutraliza.

En su camino hacia la abstracción poblada de presencias que Datas denomina «Imágenes Rotas» se referencia al expresionismo abstracto americano, Gorky, De Kooning, incluso Bacon del que pasa a una tendencia más informalista con la valoración del espacio como superficie (lienzo) para experimentar los procesos, con un protagonismo del color, brillante, vibrante en dripping o gestualismo que remite a J. Pollock; una estética del feísmo consciente de Dubuffet, el interés por el garabato del grupo Cobra, la abstracción de Kandinsky; en obras de gran formato y mayor impacto visual con un conocimiento profundo del mundo, su pasión por pintar y un vitalismo (S.Marchán) en su pintura jeroglífica y emocional.

A Alfredo Alcaín se le ha vinculado al Pop Art aunque lo reinventa de forma personal y durante los 60-70 su obra fue cronista crítica de la sociedad urbana y madrileña de la época a través de la cotidianidad de las tiendas y escaparates de barrio, un realismo irónico más cercano al sarcasmo americano de los 70, para derivar en postulados más esquemáticos, cubistas, más abstractos y geométricos, en esa geometría caprichosa en la que desaparece la figuración totalmente cuidando el color, delimitando el espacio pictórico por la frialdad de la línea, en un entramado que sugiere tejido.

Arquitectura esquelética

Luís Fega es un pintor abstracto con un código propio de la generación posterior a la de la escuela informalista del grupo El Paso. Prescinde de la texturización de la materia homogeneizando las superficies con imprimación plástica, para centrarse en el proceso automático de una pincelada suelta, gestual y diluida. Una arquitectura esquelética y fondos transparentes en composiciones construídas por la delimitación de los campos de color organicistas. Automatismo, vitalidad y sencillez con el carácter dramático del expresionismo abstracto.

A Salvador Cidrás le interesa el tratamiento de la imagen en una dialéctica entre abstracción y figuración, lo natural y lo artificial, el positivo y la imagen en negativo, los estereotipos adolescentes y el entorno para lo que replantea el espacio anulando la implicación afectiva, creando un espacio de grado 0, en una digitalización de la naturaleza, dibujos que a mediados de los 90 registraban esa epidermis vegetal y que podemos contemplar en la exposición como una aproximación a la naturaleza que remite a la forma de la veta en la madera, un equilibrio entre la morfología y el hueco. Interesante el uso de los materiales (vinilo, pigmentos).

Álvaro Negro desliza la materia plástica sobre la superficie que la contiene. Genera un espacio para el reflejo, que varía en función de la perspectiva, al tiempo que la pintura permanece estática, inalterable.

Una estética que se completa con la paradoja del lleno y el vacío y que produce una discontinuidad en la percepción de lo que es pintura, una prospección sobre la capa superficial de la realidad y su reflejo. (Serie Luzpin, 1988).

Manuel Vázquez experimenta con vinílicos y pigmentos en las series Jet Line 2 y Tecno sugiere movimiento desde la ausencia absoluta de figuración y distintas sensaciones y percepciones ópticas variables mediante los vinílicos, en efecto, recuerda la ilusión del OP desde movimientos aparentes, en cierta manera remite a B. Riley.

Una muy recomendable exposición en la que se sugieren una serie de miradas en la conquista plástica de la abstracción contemporánea.