El director del programa de seguridad del Ciemat, Luis Herranz, aboga por ofrecer información fiable sobre la repercusión de la energía nuclear
08 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El director del programa de seguridad nuclear del Ciemat, Luis Enrique Herranz, viajó ayer a Ourense de la mano de la Fundación Cum Laude para hablar del artículo Fukushima: el accidente severo, con el que recientemente ha recibido el premio «Nuclear España 2012».
-¿Qué conclusiones?
-La conclusión principal es que podría haber sido evitable. Una central vecina sufrió olas de la mismas dimensiones y el hecho de tener un muro de contención alto propició que no aconteciera accidente alguno. Aunque hay todavía incertidumbres en la forma de estimar las variables que intervienen en estos casos. No existe una acuerdo entre el mundo implicado en esas estimaciones, de cuál será la altura de la ola en un caso similar.
-Pero Japón es un país acostumbrado a los terremotos.
-El terremoto no fue el origen del accidente en Fukushima. Ante el temblor todas las unidades respondieron adecuadamente. El problema fue el tsunami que inundo los sistemas que proporcionaban energía a los sistemas de seguridad.
-Y de nuevo la energía nuclear en el punto de mira.
-Devolvamos crédito a la energía nuclear. No podemos olvidar que se lleva trabajando con esta energía más de 50 años, que hay más de 300 centrales nucleares en el mundo y que se han producido grandes cantidades de energía de forma segura. Se puede seguir diciendo, incluso después del desastre que sucedió en la central de Fukushima, y sin tratar de minimizar lo que significa, que hoy no existe ninguna víctima por un desastre nuclear. Sin embargo, hay más de 20.000 personas desaparecidas por los eventos naturales.
-¿En qué cree que se ha fallado?
-Hay un problema de comunicación. Nosotros, desde la comunidad nuclear, tenemos que resolverlo buscando aproximarnos a las personas para proporcionarles informaciones fiables y objetivas que no tengan prejuicios ni en contra ni a favor. Hay que recuperar la credibilidad de las personas.
Luis Herranz director del programa de seguridad nuclear del ciemat