Irixoa tutea a la crisis

Toni Silva IRIXOA / LA VOZ

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José Antonio, en el medio, acaba de encontrar trabajo.
José Antonio, en el medio, acaba de encontrar trabajo. César Delgado< / span>

El paro registrado ha descendido un 23 por ciento en el último año en este municipio sin abrirse ninguna empresa

06 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El de Irixoa no es precisamente un municipio muy poblado, apenas 1.500 habitantes según el último censo. Su realidad económico-social no puede extrapolarse a las grandes localidades, pero, de alguna manera, ha marcado el camino para abandonar la crisis. Según los últimos datos del paro registrado el número de desempleados en este ayuntamiento ha descendido casi un 23 por ciento, un dígito con el que soñaría cualquier gobernante de cualquier administración.

«Pues aquí no se ha abierto ninguna empresa», explica el alcalde, el popular Antonio Deibe. Así que no hay explicaciones fáciles para este milagro económico. Pero una pista se puede encontrar en el departamento de orientación laboral ubicado en las instalaciones municipales. Su responsable es Úrsula de la Barrera. «Lo que hacemos es intentar facilitar a los vecinos conocimientos sobre técnicas y herramientas de búsqueda de empleo», explica esta técnico que también trabaja para el Concello de Aranga, que también ha visto descender el paro en el último mes. Precisamente un día después de iniciar una de estas jornadas, Úrsula recibió una llamada de un usuario que se disculpó por tener que darse de baja. «Fue genial porque el motivo era que había encontrado un puesto de trabajo», relata De la Barrera. El afortunado es José Antonio Boedo, un vecino de Ambroa con un intenso currículo de pequeños episodios que se han acumulado desde que la crisis le obligó a cerrar su negocio de portales de viviendas. Entre sus múltiples trabajos, Boedo ha ocupado el puesto creado por el propio Ayuntamiento después de que el alcalde y dos concejales renunciaran a varias de sus pagas. Aquello duró cinco meses como como operario de servicios generales del Concello. Ahora se acaba de incorporar al mercado laboral como cuidador en un autobús escolar, haciendo una sustitución. Llevaba en el paro desde noviembre. Tiene tres hijos, de entre 18 y 21 años. «Muchos ayuntamientos deberían tomar medidas como las que de aquí», dice Boedo.

Otra de las explicaciones del milagro de Irixoa es el obradoiro de horticultura que ha empleado a varios vecinos de cuatro ayuntamientos de la zona durante medio año.

En el 2012 el Concello creó un puesto con el dinero de las pagas de tres ediles