Un nuevo alcalde para la galería

Rocío Pita Parada
rocío pita parada FERROL / LA VOZ

FIRMAS

ANGEL MANSO

El retrato de Juan Blanco Rouco se incorporó ayer al salón de plenos

19 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La nómina de la galería de alcaldes incorporó ayer un nuevo miembro: catorce años después de dejar el cargo, Juan Blanco Rouco vio ayer colgado su retrato en el salón de plenos ferrolano. «Me veo tal y como soy», resumió el retratado. «Quería un cuadro que dijese mi manera de ser, de estar, y que no hubiese que interpretar», añadió. Y ayer lo tuvo. Es obra del almirante y artista Miguel Fernández y Fernández, que acudía al acto oficial y explicaba que «los retratos son siempre un reto». En este caso, de dos meses. «Tienes que trabajar con fotos antiguas, las manos de un lado, la ropa de otro... Es como hacer el monstruo de Frankenstein», dijo ante la sonrisa del que fue alcalde por el PP entre 1995 y 1999 y el actual regidor.

Ante familiares y otros miembros de la corporación, José Manuel Rey rememoró aquella vez que el homenajeado ayer le dijo que «no hay cargo más importante para un ferrolano que ser alcalde de su ciudad», y le agradeció el cariño demostrado hacia Ferrol.

Seis rostros

Con la reciente adquisición son ya seis los rostros que penden del salón de plenos ferrolano: Jaime Quintanilla Ulla, Alfonso Couce Doce, Manuel Couce Pereiro, Mario Villaamil Pérez y Xaime Bello. El de Juan Juncal se está gestando en los pinceles de Fernández y a Vicente Irisarri, según el procedimiento municipal, será preciso aguardar a que abandone la corporación, donde continúa como concejal, para que se le ofrezca ese honor.

El Concello invirtió 2.500 euros en este último retrato, «lo mismo», aseguró Rey Varela, desde que se inició la galería, en tiempos de Quintanilla, con las subidas del IPC. «Es una cantidad muy inferior a lo que puede considerarse un retrato de estas características». «Irrisorio», apostilló Blanco Rouco, «para lo que tiene que hacer el artista».

Los exalcaldes pueden escoger a su retratista, y ese fue el motivo por el que se retrasó tanto el de Blanco Rouco. No encontraba pintor adecuado: «Intentaron pintarme varias veces, porque decían que no tenía rasgos característicos suficientes». Pero Fernández lo ha logrado.

el cuadro costó 2.500 euros es obra del almirante miguel fernández