Un ingeniero agrónomo cubano abre un puesto en Quiroga Ballesteros de alimentos artesanos gallegos y del Bierzo
06 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Ayudar a las pequeñas fábricas de Galicia y de la comarca del Bierzo que elaboran artesanalmente productos alimenticios de alta calidad, pero que no llegan a las grandes cadenas de distribución es una de las aspiraciones de Guillermo Sancho Valdés, un ingeniero agrónomo cubano que desde hace algunas semanas está al frente de un puesto en el mercado municipal de Quiroga Ballesteros. En él ofrece desde pan de Antas y do Manuel, a quesos de aldea y de las denominaciones San Simón y O Cebreiro, pasando por la mantequilla y los yogures de Xanceda, los chocolates Moreno, de Ribadeo; embutidos San Félix, de Samos; galletas Daveiga, de Chantada; o mermeladas fabricadas en Balboa (León).
Todos los productos son ecológicos, artesanos y se venden a un precio justo para el productor, como destaca Sancho, que en su país natal era responsable de una cooperativa «agropecuaria, campesina». «Comprando este pan de Antas sabes que el dinero va directamente a la familia que lo fabrica. Tienen un horno artesano y la semana pasada no pudieron cocer dos días porque el padre estuvo enfermo. Lo mismo pasa con una quesería pequeña. No son cosas de grandes empresas ni de multinacionales que traen productos de fuera», destaca Sancho, que llegó a Lugo en el 2007 con un contrato en la construcción. Cinco años después, y con el apoyo del CEI-Nodus, tiene su propio negocio. «Gracias a ellos pude hacerme autónomo y alquilar el puesto a una señora que se acababa de jubilar», reconoce. «Defiendo estos productos porque creo en ellos», señala el hombre, de cuya mente brota un sinfín de ideas para poner en valor el mercado de abastos, donde «la venta está deprimida». «Hace falta promoción y que dejen hacer cosas», afirma.
Vertiente multicultural
Su puesto tiene una vertiente multicultural. Lo indica ya su nombre: Aibam. «Significa afro, íbero, americano, pensando en los orígenes cubanos. Somos una fusión de americanos y africanos mezclándonos con emigrantes gallegos, canarios... Al final todos somos del mundo», destaca.