La Armada descarta que el «Patiño» vuelva a Somalia

Andrés Vellón Graña
Andrés Vellón FERROL / LA VOZ

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ANGEL MANSO

Las funciones de buque de mando este año las asumirá una fragata

08 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El desplazamiento del buque de aprovisionamiento en combate (BAC) Cantabria a Australia de febrero a noviembre del próximo ejercicio ha obligado a reorganizar algunas de las actividades previstas por la Armada para los próximos meses.

Es el caso de la operación Atalanta contra la piratería, lanzada por la UE en aguas del Índico. Hasta hace pocas semanas, se esperaba para saber si, finalmente, el Cantabria navegaría o no hacia las Antípodas. En caso de que ese despliegue no se produjese, estaba programado que fuese esta unidad la que se integrase como buque de mando en la lucha contra la piratería a finales del presente ejercicio, en torno al mes de noviembre.

Cambios

Ahora, sin embargo, ya no será posible que esto suceda. Aunque todo parecía indicar que sería de nuevo el buque de aprovisionamiento en combate (BAC) Patiño el que se ocupase otra vez de esa misión, ahora desde la Marina se descarta esa posibilidad.

El hecho de que el Patiño sume ya dos desplazamientos en los últimos dos ejercicios al despliegue para operar como buque de mando parece una razón de peso para que, en esta ocasión, no repita.

Las opciones

Por el momento, no está determinado aún cual será la unidad de la Armada española que ocupará esta posición de mando a finales de este año en la misión Atalanta. Todo apunta, no obstante, a que será una fragata. Bien de la clase Santa María, con base en Rota, bien una de las cuatro F-100 con base en Ferrol.

Aunque no hay decisiones cerradas todavía al respecto, lo más probable es que sea una de las unidades del sur del país la que, finalmente, se desplace al operativo Atalanta para asumir las tareas de coordinación. De hecho, hasta el momento solo esas fragatas han participado en el despliegue. Las F-100 solo lo han hecho de forma puntual.

La F-103 lo hizo en el 2009 pero en el marco de un operativo de la OTAN en esas aguas y la F-104 -la fragata más moderna de la Marina española- para colaborar en la resolución de los secuestros de los pesqueros Alakrana y Playa de Bakio. En ambos casos se encontraba navegando en aguas relativamente próximas y fue desplazada hacia las áreas de los apresamientos dada la urgencia de realizar tareas de disuasión sobre los piratas.