Hace años, el exalcalde de Vimianzo Alejandro Rodríguez se quejaba de que algunas de las papeletas de los votos de la emigración en unas elecciones locales en vez de llegar al destino elegido, la capital de Soneira, se habían ido nada menos que hasta Santiso.
Rodríguez se refería al municipio situado en el sureste de la provincia de A Coruña, al sur de Melide, pegado ya a Lugo, a 112 kilómetros, por Santiago, de la localidad del castillo. Una de sus parroquias, en efecto, es Santa María de Vimianzo. Posee solo tres lugares: el propio Vimianzo, Reboredo (el de la Costa da Morte también tiene un lugar así) y Castro (lo mismo). Entre todos apenas suman 64 habitantes, en un municipio que apenas llega a los 2.000.
Curiosamente, en una reciente visita, uno de los vecinos de este lugar en el que hay dos iglesias, la nueva y la vieja, también se quejaba de que algunas cartas se les marchaban al revés de las quejas de Rodríguez: acababan en la Costa da Morte. No hay más posibilidades.
Sí las habría en numerosos lugares que se repiten por el territorio: Buño, Baldaio y Soandres también están en Tordoia; Corcubión, en Ribadesella y una plaza madrileña (entre otros); Cerceda, en Madrid, O Corgo y O Pino... Y tantos más, dentro y fuera de España.