Desde tortilla hasta callos, empanada o churrasco se ofrecen al cliente con la bebida
22 jul 2021 . Actualizado a las 11:49 h.Las tapas gratuitas con las consumiciones se están haciendo cada vez más populares entre la hostelería de Ferrol y Narón. Muchos locales sirven algún tipo de aperitivo, pero algunos van más allá y ofrecen a sus clientes verdaderos platos de cocina. La variedad abarca desde el tradicional pincho de tortilla hasta platos de callos, empanada o churrasco. Una auténtica degustación gastronómica sin coste adicional a la consumición.
Uno de los camareros de la Cervecería La Antigua, situada en el Cantón, Paulo Alexandre, asegura que el ofrecer pinchos no capta a más clientela, sino que lo que atrae es el servicio y el local. Algo con lo que no está del todo de acuerdo Gabriel Prego de Casa Maruxa, «si este bar te pone pincho y el de al lado no, ¿a cuál vas?», apuntaba el camarero. También Oriana Requena, camarera en la Sidrería, en Ferrol, asegura que el hecho de servir tapas con las consumiciones contribuye a dar a conocer el establecimiento y constituye un reclamo para los clientes.
En cuanto a si se trata de algo rentable, los hosteleros aseguran que no lo es. El coste de trabajo y de mercancías para preparar todas estas tapas es alto, aunque a la larga acaba compensando. Además, para hosteleros como Alberto Alvariño, de Mesón O Pío, en Narón, no solo es una forma de atraer al público, sino que también es la manera indirecta de darle las gracias por consumir en su bar y no en otro. «Servir una tapa al cliente es una forma de agradecer que nos haya elegido» afirmaba Alberto.
El tipo de comidas que ofrece cada establecimiento marca la diferencia entre ellos. Por ejemplo en la Sidrería es muy frecuente encontrarse con una tapa de churrasco o incluso algún plato de cuchara; en el Mesón O Pío son populares los callos de los domingos o la empanada; y en el Beirut la tortilla o la ensaladilla. Pero esto no es lo único que diferencia a los bares que ofrecen tapas, si no también la forma de servirlas. En A Maruxa con cada consumición sirven una, mientras que en Mesón O Pío con la primera consumición ya sirven al cliente tres o cuatro diferentes sea cual sea la consumición.
Con todas estas variedades este fenómeno en aumento podría ser un auténtico gancho para atraer a nuevos clientes a la hostelería o para crear rutas de tapas.