Dos personas por turno velan por la seguridad de cinco concellos, aunque es frecuente que salgan a otros municipios, «a veces hasta As Pontes o Monfero»
04 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) de Mugardos acaba de cumplir once años. Son doce chicos para todo de la comarca, que se organizan en turnos de dos personas para estar operativos las 24 horas del día durante todo el año. Dos personas de las que tira el 112 cuando pasa algo en los concellos que no cuentan con brigada propia, pero que en muchas ocasiones traspasan fronteras para atender otros municipios. En teoría llevan Mugardos, Ares, Neda, Fene y Valdoviño, una población de unos 50.000 habitantes que a veces se multiplica, pues «es frecuente que salgamos, a veces hasta As Pontes, A Capela y Monfero», cuenta Gabriel Feal, integrante del grupo.
El GES de Mugardos convive con los bomberos de Ferrol, que solo cubren el municipio salvo que estén en peligro vidas humanas; con el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (Speis) de Narón, que también atiende casi en exclusiva ese Concello; y con el parque comarcal de bomberos do Eume, en As Pontes, que cubre esa comarca más Cabanas, pero que algunos fines de semana de agosto permaneció cerrado por falta de personal. Así que al GES de Mugardos le tocó cubrir más territorio del que oficialmente controla.
El norte de la comarca, Ortegal, está gestionado por otro GES, este con base en Ortigueira.
Gabriel Feal y sus compañeros se consideran bomberos. «Hacemos el trabajo de los bomberos, sin tener la categoría, eso les pasa a todos los parques comarcales», explica. Los integrantes del GES son, en realidad, oficiales de segunda del Ayuntamiento de Mugardos, que sufraga el coste de ese grupo gracias a un convenio con la Diputación de A Coruña y la Xunta. Ese acuerdo se acaba a finales de año y los integrantes del GES reclaman que se renueve. Eso y que se aumente la plantilla para pasar de 12 a 16 y así poder conformar turnos de tres personas que les permitiría trabajar con más tranquilidad. Y es que denuncian que en los últimos meses han tenido que actuar en intervenciones graves, (accidentes con víctimas mortales o incendios) «que afrontamos sin apoyos, o en el mejor de los casos, con el de otros servicios que se movilizan de forma excepcional, aumentando los tiempos de respuesta de forma inaceptable. Nos vemos obligados a asumir riesgos por encima de lo tolerable», denuncian los trabajadores.
«Siempre quise ser bombero»
Pese a los apuros que viven en ocasiones, no ha habido heridos graves en el GES. Gabriel Feal confiesa que sigue entusiasmado con su trabajo. «Siempre quise ser bombero, lo llevo dentro», admite. Los integrantes del grupo trabajan 24 horas seguidas y descansan tres días. Al cuarto, vuelta a empezar. Feal explica que en verano suele haber más emergencias, aunque aclara que «da igual que sea fin de semana, va por rachas». En invierno, si hay temporales, «tienes muchísimo trabajo por inundaciones, algún accidente de tráfico, aunque no son tan graves como en verano porque la gente se desplaza menos y anda con más cautela; o incendios por las chimeneas, la gente está más en casa». En verano, en cambio, «tenemos más accidentes de tráfico». A lo largo de sus once años en el grupo, las intervenciones que más recuerda Feal por su dureza fueron el rescate de un chaval de Limodre que se tiró a las vías del tren; un accidente de tráfico «muy grave» en Lubre, en el que falleció una mujer, otro en la vía rápida en el que pereció una chica de Mugardos y un incendio en un piso en Ares. «Éramos dos de servicio y había un depósito de gasoil en el edificio, pero no lo sabíamos. Si no llegamos a estar, ardería todo, seguro, porque habría unos 600 litros de gasoil que empezaron a arder». El fuego empezó por una plancha.
Feal confiesa: «Me considero un privilegiado porque me gusta mucho mi trabajo y cuando estás en eso la adrenalina te puede, pero pasada la emergencia estás en el parque, hay un silencio, no comentas la intervención hasta pasada la guardia. Pero te queda grabado».