Un gran día

Beatriz García Couce
Beatriz Couce EN LA GRADA

FENE

25 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Es un gran día. Casi tres lustros después -ahí es nada- de su último proyecto, el astillero de Fene celebra hoy el arranque oficial de su primer contrato propio. Y lo hace estrenando un segmento de negocio hasta ahora inédito en los astilleros de la ría. Es la obra de los componentes encargados por Iberdrola para su parque eólico marino, que va a devolver la actividad a talleres e instalaciones.

No habrá barco deslizándose por sus gradas ni tampoco las grandes plataformas off-shore que convirtieron a la antigua Astano en referente mundial de este mercado. Es verdad. Y tampoco intervendrán tantos gremios como lo hacen en la cadena productiva de la construcción naval, pero este encargo, además de haberle abierto la puerta a la eólica marina, en donde hace una semana ha logrado su segundo pedido, tiene, cuando menos, el efecto anímico de volver a la producción, no como una auxiliar de Ferrol, sino con un proyecto propio.

Ayer se podía apreciar desde As Pías el soplo de aire que está a punto de entrar en el astillero: talleres con sus grandes puertas abiertas, los coches de los trabajadores del turno de tarde aparcados en la explanada, movimiento... Serán medio centenar de operarios -la mayoría de firmas auxiliares- los que tengan ocupación con esta obra. Muy lejos de los casi 3.000 que lo hacían antes de que llegase el último desplome de la actividad. Las obras, también de construcción naval, tienen que seguir llegando para volver a colocar al astillero en la senda que nunca debió abandonar.